— ¿Quién anda por ahí?
Los guardias tenían una mirada aguda. A simple vista parecía que había alrededor de una docena de hombres a punto de atacarlo, pero en el momento en que lo vieron con el uniforme de sacerdote, su hostilidad se suavizó un poco. El hombre de mediana edad que parecía estar a cargo, preguntó hacia Jimin.
—Debes ser un Sacerdote al servicio de la Diosa Odessa, ¿Qué lo trae por aquí?
—Oh, lo siento. Tenía que encontrarme aquí con un creyente... ¿Acaso esta no es el área que se usa como confesionario? —La voz del doncel que salió a través de la máscara, fue débil como un canario.
También podía distinguirse su frágil cuerpo a pesar de que llevaba el uniforme de sacerdote, por lo que no sería fácil someterlo por la fuerza si surgía la necesidad. Sin embargo, los guardias no bajaron la guardia.
El hombre cuestionó a Jimin con una sonrisa. —Esta área siempre está prohibida en ciertos momentos. Puedo darme cuenta que eres un Sacerdote que participa en la ceremonia, tomando en cuenta la máscara que llevas puesta, ¿Pero aun así no sabes nada al respecto sobre esta zona?
Jimin tragó fuertemente.
Parecía que todo el confesionario se bloqueaba durante la visita de Jin por su seguridad. El rostro del doncel rubio oculto por la máscara, se sonrojó de la vergüenza de ver ridiculizado de esa manera. Pero tampoco permitiría que lo hagan retroceder.
—Cielos, veo que molesto por aquí. —Juntó sus manos frente su vientre. —Creo que he llegado demasiado pronto debido a que me preocupé por los corazones de los creyentes con quienes me encontraré hoy. Lamento haber interferido en si itinerario. —Jimin inclinó la cabeza como si estuviera a punto de darse la vuelta y marcharse a planear otra forma de ingresar.
Sin embargo, el hombre se acercó. Su mirada, fija en la máscara de Jimin, y por un segundo pensó que le pediría que se la quitara. Rápidamente se le ocurrió algo para evitar que su rostro quedara al descubierto. Pensó en la palabra "Brilla" para usar su mejor arma.
—Ahora que lo recuerdo, aunque es la ceremonia de otoño, no he podido bendecir a ningún devoto cortero de la Diosa. Estas en el Templo, si no le importa, ¿Podría recibir mi bendición por respeto?
Los demás guardias bajaron un poco la guardia al mirar la luz en la mano de Jimin. Era sabido que cualquier no podía crear ese poder, asumiendo rápidamente que sí debía ser un sacerdote de alto rango.
—Se lo agradezco, pero será en otra oportunidad. Como puede ver, estoy de servicio. Ya se ha equivocado de hora, por favor, retírese ahora. —El guardia queriendo imponerse, cruzó sus brazos al terminar de hablar. Estaba decidido a no quitarle los ojos de encima hasta que desapareciera por el pasillo.
Pero Jimin ya se había arriesgado mucho para llegar aquí como para irse. Jin últimamente evitaba las actividades públicas, así que esta era la única manera de estar a solas con él.
—Espera un momento. Si no aceptar recibir la bendición, al menos escucha un himno a la Diosa, a fin de cuentas, es la ceremonia de otoño.
Antes de recibir otro rechazo, cerró sus ojos y entonó el canto. Su voz temblaba un poco porque era la primera vez que intentaba dormir a tantas personas, aunque tenía confianza de lograrlo ya que su voz resonaba por el estrecho y solitario pasillo.
Poco a poco los guardias fueron cayendo al suelo haciendo que abriera sus ojos y mirara cómo cada guardia caía rendido y somnoliento.
Rápidamente pasó por encima de los cuerpos para ingresar con libertad al confesionario. Cuando obligaba a una persona en estado normal a dormir, el efecto duraría unos cinco minutos nada más, así que no disponía de mucho tiempo, cualquier persona en los pasillos vería la ola de soldados en el suelo y seguramente lo verían.
"De todas forma, Jin está por aquí".
El tercer confesionario, reservado para los invitados especiales de la aristocracia, estaba magníficamente decorado desde el pomo de la puerta bañado en oro. Jimin tiró del mismo, tallado en forma de águila, y entró, llamándole primeramente la atención una mesa de madera en el centro de la habitación. Sobre la mesa descansaba la parte superior de dos personas profundamente dormidas. Le preocupó que las personas dentro del confesionario no pudieran escuchar su canto, pero afortunadamente la insonorización no era perfecta.
Acercándose, reconoció fácilmente el cabello castaño y ondulado de Kim SeokJin. Supuso que la mujer sentada frente a él, debía ser la Sacerdotisa Louise. Jimin arrastró la silla en la que estaba sentada la mujer hasta una esquina con sumo cuidado, aunque había utilizado sus poderes, podrían despertarse si había un ruido fuerte.
Alejando a la Sacerdotisa, se acercó a Jin, y extendió su mano para sacudirlo desde su hombro. —Mhh... —Sin mucho esfuerzo, los párpados de Jin comenzaron a abrirse. Sus ojos verdosos se revelaron poco a poco bajo sus pestañas abundantes y marrones, él era un doncel con buen atractivo a pesar de ser el hijo de un hombre de bajo rango. Jimin sonrió satisfecho, finalmente llegó el momento de la conversación que más esperó en esta vida.
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Por segunda vez - YOONMIN
FanficESTA HISTORIA NO ME PERTENECE, SÓLO LA ESTOY ADAPTANDO A YOONMIN. "Pour la deuxiéme fois" "Por segunda vez" "Estoy seguro de que estaba... muerto". Park Jimin, un hombre de la familia noble más prestigiosa del Reino de Deltium, regresó al día de su...