Sería una mentira si dijera que no estaba asustado. Estaba en una habitación oscura y no sólo eso, con un hombre mucho más grande que él, armado con una espada y que no estaba en su sano juicio. Jimin estaba muerto de miedo.
—Yoongi.
Pero no podía dejarlo solo. Aunque estaba aterrado, estaba extrañamente agradecido de ver esto, de ser testigo de los momentos más débiles de Yoongi, que tanto había luchado por ocultar. Con gran coraje, se acercó a su cara tomando sus mejillas con las manos.
—Shh, Yoongi. La guerra ha terminado, ahora estas a salvo, nada malo va a pasarte. —Le susurró con ternura mientras acariciaba sus mejillas. —Así que deja esto, y ven aquí, ¿Por favor?
Sus cálidas manos acariciaron su rostro, su cuello, sus brazos, una y otra vez. Poco a poco la angustia desapareció de su rostro y su cuerpo tenso se relajó lentamente.
Finalmente, soltó la espada. Por suerte, la mayor parte cayó sobre la alfombra, así que no hizo demasiado ruido. Con suavidad, Jimin apartó la espantosa arma con sus pies, y luego se sentó en el sofá, abrazando la parte superior del cuerpo desnudo de Yoongi.
Con sus regordetas manos, lo presionó suavemente hacia abajo hasta que quedó tendido en el sofá. Exhaló un enorme suspiro, aliviado, pero era demasiado pronto para relajarse. Recostado en el sofá, Yoongi levantó las manos y las miró aturdido. Luego comenzó a frotarla con sus pantalones, como si quisiera quitarse algo de ellos con la tela. Las palmas de aquellas elegantes manos enrojecieron ante la fricción. Jimin inhaló prolongadamente.
—Es sangre, ¿No es sangre? No quise hacerlo, Baek, sabes que no lo hice, no quise, pero... no pude evitarlo...
Divagando, enterró la cara entre sus manos, como si sintiera un dolor demasiado intenso como para poder soportarlo. Las venas se abultaron en el dorso de sus manos. Jimin se sentó a su lado y agarró con miedo esas formidables manos, presionándolas suavemente.
—Lo sé. —Dijo. —Deja de atormentarte y vete a dormir, ¿Sí? No hay sangre.
Eso pareció calmarlo. Siguiendo su mano, él se acostó con la cabeza en su regazo. Era tan alto que sus piernas colgaban un poco del sofá, pero al menos se veía más cómodo ahora. Sólo faltaba que encontrara un sueño tranquilo.
Pero no pudo hacerlo. Sus ojos grises inexpresivos, vagaban en una pesadilla inyectados en sangre, con el corazón dolorido, Jimin estiró la mano para cerrarle los ojos, acariciando sus hombros. No podía dormir, jadeaba repentinamente.
"¿Ahora qué?"
Intentó pensar en lo que podría relajarlo, pero lo único que se le ocurrió fue una canción de cuna. Ninguno de sus padres se había preocupado lo suficiente por él como para cantarle, así que debió ser su institutriz la que se lo enseñó. Jimin aclaró su garganta y empezó a cantar torpemente.
Buenas noches, cariño.
Cuando la perla de plata de la luna cuelga a lo largo de la cesta negra.
Cuando la suave brisa primaveral besa las flores.
Cuando la espuma se precipita y retumba y se hincha en el mar.
Te dormirás.
Te dormirás en mis brazos...
La canción relajante llenó la habitación, y sus suaves manos acariciaron el cabello de Yoongi, como si fuera un niño indefenso.
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Por segunda vez - YOONMIN
FanficESTA HISTORIA NO ME PERTENECE, SÓLO LA ESTOY ADAPTANDO A YOONMIN. "Pour la deuxiéme fois" "Por segunda vez" "Estoy seguro de que estaba... muerto". Park Jimin, un hombre de la familia noble más prestigiosa del Reino de Deltium, regresó al día de su...