Capítulo 44 - Fiesta del Jardín. (1)

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Por fin ha llegado el día de la Fiesta del Jardín.

Jimin, que estaba sentado frente al tocador, se quedó mirando fijamente su reflejo. El vestido de Taemin, que estaba en una esquina de la habitación, se reflejaba en la limpia superficie del espejo. La preciosa falda, bordada con brillante hilos de plata sobre un fondo blanco puro, encajaba con el corpiño de color azul-violeta. El collar de diamantes, que adornaba su clavícula, brillaba como un copo de nieve. Eran cosas preciosas que podían hacer latir el corazón de cualquiera que anhelaba lucir bonito para una ocasión como esta.

Pero estaba sentado frente al tocador con un rostro pálido como de una muñeca sin vida. Los sirvientes lo estaban vistiendo. Gracias a sus destrezas, el rostro de Jimin en el espejo se volvía más brillante. Sin embargo, el corazón de Jimin, al ver esto, se había marchitado por completo.

"Yoongi probablemente... no iría conmigo".

Al final, no se reconciliaron en absoluto. Esta vez, Jimin no hizo ningún esfuerzo por arreglar su relación, no le sonrió ni le habló primero, actuó como si nada hubiera pasado, por fin se había dado cuenta de que todo había sido un esfuerzo inútil.

Ahora, cada vez que Jimin le tendía la mano, Yoongi no se la quitaba, pero, lamentablemente, eso era todo lo que hacía. Nunca hizo ningún esfuerzo por su parte, nunca le tendió la mano primero. Y si Jimin quería saber más de él, lo alejaba fríamente. Como si dijera que eso era lo más cerca que podía estar de él.

"Está bien. Puedo ir a la fiesta solo".

Jimin decidió. Por primera vez en su vida, había estado tan emocionado por asistir a la fiesta, porque iba a asistir junto a Yoongi. Ahora todas sus expectativas se habían roto, pero eso tampoco significaba que no pudiera ir a la fiesta solo. Independientemente de si Yoongi iba a ir con él o no, esta fiesta era un evento al que tenía que asistir.

Había planeado encarar allí a Kim SeokJin para ver si era quién lo había incriminado. De hecho, teniendo en cuenta el propósito de Jimin, era mejor ir solo que con Yoongi. De esta manera, sería mucho más fácil lograr su propósito de manera eficiente.

Justo a tiempo, los sirvientes terminaron de aplicar un ligero colorete de color rosa en los labios gruesos de Jimin, luego le dedicaron cálido cumplidos. Eso significaba que todos los preparativos habían terminado por fin.

—Está usted muy hermoso.

—Quizá sea usted el doncel más bello de la fiesta.

—Gracias.

Jimin sonrió mientras se miraba el rostro en el espejo. El chico de cara pequeña, ojos delineados y claros, mejillas brillantes y labios húmedos se veía hermoso incluso para él mismo. Con una sonrisa familiar, el rostro del doncel parecía feliz a primera vista.

Estaría bien estar solo. De todos modos, siempre ha sido así. 

 

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Por segunda vez - YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora