Capítulo 75 - Perjudicial Consolación (2)

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No podía recordar exactamente lo que había dicho, ya que eso había ocurrido hace varios años, sumando el tiempo que tuvo antes de la regresión. Sin embargo, probablemente lo consoló diciendo palabras similares a las que mencionó Yoongi, por ejemplo, que ella no quería casarse con él, ni con nadie más que no fuera el Príncipe.

El consuelo de Jimin fue tan efectivo como siempre. Recordó cómo Namjoon se limpió las comisuras de sus ojos llorosos antes de sonreír cuando escuchó sus palabras crueles hacia su medio hermano. Fue como si realmente lo hubiera salvado.

"Pero no puedo creer que le haya dicho a Yoongi sobre eso...".

Jimin se llevó en silencio una mano a la frente. De repente le dolía la cabeza. El sensible Namjoon se volvía tan intenso como Yoongi cuando se enfadaba, seguramente no podía insultar a Yoongi, así que sacó a relucir historias personales de ellos cuando eran tan sólo unos chicos. Eso fue antes de que siquiera conociera a Yoongi, además, lo había consolado por cortesía.

Cuando Jimin finalmente comprendió la situación, se sintió verdaderamente decepcionado de Namjoon. Le parecía desagradable que le causara con frecuencia conflictos innecesarios con su esposo, solo porque no podía deshacerse él mismo de sus sentimientos de apego excesivo.

Compartió mucho tiempo con el Príncipe desde que eran jóvenes, pero sus actuales acciones estaban borrando poco a poco esos buenos recuerdos.

—Debe ser cierto por la expresión que tienes justo ahora en tu cara. —El ceño fruncido de Yoongi se acentuó más.

Sus grises ojos comenzaron a tornarse muy fríos frente a él, conocía perfectamente esa mirada. Suspiró desde su interior. Estaba familiarizado con ese patrón, que experimentó incontables veces en su vida pasada.

—Fue hace mucho tiempo, ni siquiera te conocía en ese entonces. Quise consolar a Su Alteza porque sentía mucha lástima por él. Su Majestad siempre lo comparaba contigo y...–

Yoongi lo interrumpió tomando su barbilla. Le frotó los labios con el pulgar, como si estuviera aplastando dos pétalos de una flor. Se sentía un poco áspera su yema porque estaba encallecido debido a los entrenamientos exhaustos con su espada.

—Eres muy buen mentiroso... —Susurró cariñosamente al oído de Jimin, dejándolo sin palabras. —Casi te creí cuando dijiste que casarte conmigo era mucho mejor que ser Príncipe, astuto Park.

Sin duda, Yoongi tenía un ánimo inestable. Sobre todo porque el Rey acababa de advertirle que no podía confiar mucho en el mismo doncel que puso en su camino para casarse. Sabía que eso no bastaba para reprochárselo a Jimin, porque sucedió antes de casarse, cuando ni siquiera se conocían.

Sin embargo, tanto la persona que se lo dijo en el momento en que lo hizo, fueron demasiado inoportunos. Namjoon no era el único que tuvo un complejo de inferioridad respecto a su medio hermano.

Un hombre de linaje perfecto a diferencia de él, alguien que sí merecía estar al lado del refinado Jimin. Yoongi estaba sucumbiendo a sus celos hacia Namjoon. Quería aplastar la cara del Príncipe, pero lo que realmente lo sacaba de quicio... era el hecho de que se sintiera afectado por ese estúpido e infantil ataque de Namjoon.

"No sé qué demonios me pasa... Ni siquiera debería importarme gustarle a un Park".

Yoongi se cuestionó varias cosas mientras regresaba a la mansión, pero no hubo una respuesta que lo satisficiera, así que su interior se calentó como si hubiera tragado hierro fundido. Su antiguo complejo de inferioridad respecto a su linaje, y su ansiedad por no gustarle a un doncel como Jimin; se fueron acumulando hasta que explotó. Todo por culpa de Namjoon, el hecho que consideraba como una espina clavada en el ojo.

—Ya veo. Seguro que fue terrible para ti. No puedes creer que un bastardo sea tu esposo, incluso fluye en mis venas la misma sangre del cochero que arruinó tu vida. Debes estar harto de mí. —Yoongi seguía murmurando mientras rozaba sus mejillas con sus dedos.

Jimin pensó que su cara retorcida en realidad parecía triste, como una persona profundamente herida. Sus ojos grises brillaban fríamente, pero no estaban oscurecidos como solía suceder cuando se enfadaba.

Jimin abrió rápidamente la boca antes de que pudiera seguir pensando de forma tan negativa. —No, realmente, no es lo que piensas...

—Shh, calla... —Una de las comisuras de sus labios se levantó, creando una sonrisa retorcida.

Levantó a Jimin de repente, y lo colocó sobre su tocador, procediendo a besarlo mientras acariciaba su espalda con ambas manos. Su lengua, rápidamente se introdujo en su interior después de succionar sus labios, y entrelazó sus lenguas con posesividad.

El cuerpo de Jimin se retorció, pero sus brazos estaban firmes. Sentía una explosión de estremecimiento por todo su cuerpo cuando los dientes ajenos le mordían la lengua en ocasiones.

Se separaron y Yoongi susurró. —Peroeso no importa, está bien... porque el hecho de que seas mi esposo te disguste,no cambiará nada. —Bajó a morderle con fuerza su fina clavícula. Como si loestuviera castigando.

Por segunda vez - YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora