Por segunda vez - YOONMIN

Capítulo 60 - Mina de Hierro (5)

Yoongi, que volvió a casa primero tal como había dicho, practicó con su espada en el campo de entrenamiento que tenía en casa. Sin embargo, comparando con las gotas de sudor que le caían por su cara, su entrenamiento no era tan eficaz como siempre. Culpaba a Jimin por eso, su cabeza estaba llena de preocupaciones, sabía que él podía ser precavido cuando se lo proponía, y que nunca haría algo peligroso, pero era imposible quedarse tranquilo después de dejarlo solo. 

Harto de estar distraído, soltó la espada entre sus exhalaciones, tambaleante, con un paso en falso, caería sobre la misma. También necesitaba convertirse en Maestro de Espaldas lo antes posible, y parecía que cada vez se hacía más difícil. Le frustrada aún más. 

"Pero estoy en muy mejor forma estos últimos días." Se compareció, asintiendo con su cabeza, conforme con eso. 

Su condición física era mucho mejor que hace unos días, ya no sufría de privación crónica de sueño. Ahora se sentía perfectamente pacífico al dormir al lado de Jimin cada noche, tenía buena aura que de alguna manera lo contagiaba, no sabía qué ni por qué, pero siempre lograba quedarse dormido con facilidad en el dormitorio de su esposo, y no sufría sonambulismo durante toda la noche.

En este caso, Yoongi no sabía que Jimin le cantaba cada vez que sufría sonambulismo, simplemente él creía que se había recuperado de su enfermedad porque Jimin era su misteriosa cura, no se lo explicaba, sólo creía que había encontrado tranquilidad y compañía con él, aunque sólo eso lo lograba cuando se encontraba en buenos términos con él, porque de lo contrario, sufría mucho insomnio.

"Por cierto, Jimin ha tardado..." Yoongi se detuvo, apenas dándose cuenta que estuvo pensando en su esposo mientras dio vueltas alrededor de su mismo eje. 

Y es que, aunque Thomas, el gerente de su Mina, no parecía ser un hombre capaz de sobrepasarse, seguía siendo un hombre masculino, ¿Y si le levantaba la mano a Jimin al ser descubierto? "Agh. Fue una verdadera tontería dejarlo solo". 

Chasqueó sintiéndose muy ansioso y estuvo a punto de correr hacia la oficina de la Mina. 

— ¡Yoongi! —Pero una voz desde su espalda lo tranquilizó, esa voz tan alegre como una alondra. Al girar, pudo ver a Jimin acercándose desde la distancia, él, que caminaba siempre con elegancia, ahora corría con todas sus fuerzas, ocasionando que su cabello rubio se despeinara y el largo vestido ondeara en el aire como una flor, Jimin quien tenía una brillante sonrisa en su rostro sonrojado, no le importó cómo se veía o cómo arruinaba su vestimenta.

Yoongi con las cejas alzadas, miró a Jimin acercarse como si estuviera hechizado, abriendo sus brazos cuando lo vio más cerca, acto seguido; a Jimin no le detuvo el abundante vestido cuando saltó hacia los brazos gruesos de su esposo, que le sostuvo de la cintura muy sutilmente.

Yoongi se erizó ante eso, aquellos brazos enroscándose a su alrededor como unas lianas, y pronto gritó con alegría. — ¡Lo he conseguido, Yoongi! —El emocionado doncel, se removió hasta lograr sacar un manojo de papeles por debajo del dobladillo de su vestido. Yoongi los sostuvo y sintió un calor remanente proveniente de Jimin, y no pudo disimular el sonrojo de su cara al saber que el calor que desprendían los papeles eran de él.

—Este es un libro de contabilidad doble que Thomas Bradley escondía. —Sin notar el repentino nerviosismo de Yoongi, explicó con voz aguda su éxito. —Te ha estado dando informes comerciales falsos todo este tiempo. Aquí está la cantidad de dinero malversado que ha estado desviando constantemente durante los últimos meses.