Primos Quinn +18 Joseph Quinn.

Capítulo 04.

⚠️Advertencia⚠️

⚠️ En este capítulo habrá contenido erótico/sexual explícito⚠️

Después del beso, las cosas siguieron tal cual como eran, bromeábamos, reíamos, veíamos televisión, todo era normal, no puedo negar que me encantaría que las cosas fueran diferentes, no ser su prima ayudaría demasiado, pero la realidad era ésta, éramos familia y él jamás me vería de forma diferente.

Me encontraba en la cocina secando y guardando la loza, después de cenar, Joseph estaba fumando en el balcón, un vaso se cayó al piso, fui por la escoba, cuando volví, pisé uno de los vidrios, andaba descalza y la sangre comenzó a brotar, manchando mi calcetín.

Amelia: ¡Puta mierda! - me senté en una de las sillas.

Joseph: ¡Amelia! - corrió hacia mi - demonios Pecas, tranquila, déjame ver - sacó mi calcetín manchado de sangre, arrodillándose frente a mí.

Amelia: De seguro no es nada, solo fue un pequeño corte - traté de mantener la calma.

Joseph: Debemos verificar que no haya ningún vidrio incrustado, debemos lavar la herida, ven aquí - me tomó en sus brazos.

Amelia: No es necesario que me lleves, aún puedo usar mi otro pie.

Joseph: Lo sé, pero prefiero asegurarme de que se mantenga así - sonrió solo con los labios y me llevó hasta la tina de mi baño.

Me sentó en la orilla de la tina, tomó la ducha y comenzó a lavar mi pie, que no dejaba de sangrar.

Joseph: Oh Pecas, se ve bastante feo el corte, te llevaré al hospital.

Joe busco un paño y lo amarró en mi pie para detener la sangre.

Amelia: Debería cambiarme primero.

Solo tenía puesta una camiseta y un short.

Joseph: No es necesario, así estas bien - intentó tomarme en brazos nuevamente.

Amelia: Joe, no es necesario.

Me levanté, comencé a dar saltitos hasta la puerta principal, Joe tomó las llaves del auto.

Joseph: Lo siento, pero así nos demoraremos más - volvió a levantarme en sus brazos, así me llevó hasta el ascensor y luego hizo lo mismo hasta dejarme sentada en el auto.

Llegamos a la clínica, me atendieron bastante rápido, muchas de las enfermeras, estaban vueltas locas por Joe, nos miraban y hablaban entre ellas, probablemente pensaban que era su novia o algo así.

Doctor: Bueno, la buena noticia es que no hay rastros de vidrio, la mala es que el corte es un poco profundo y necesitarás un par de puntadas.

Amelia: Demonios - suspiré.

La enfermera preparó todo y el doctor comenzó a dar las puntadas, Joe estuvo todo el tiempo conmigo, tomándome la mano, hasta que el doctor terminó.

Doctor: Bueno, ¿no fue tan terrible verdad? - sonrió.

Amelia: No - sonreí de vuelta.

Joseph: Eres muy valiente pequitas - beso mi cabeza.

Doctor: No puedes pisar con ese pie, idealmente deberías usar muletas, hasta el próximo control en siete días más.

Lo único que me faltaba, andar con muletas en la academia...

Joseph: Muchas gracias por todo - se despidió del doctor y las asistentes, empujando la silla de ruedas en la que me llevaba, de vuelta al auto.