⚠️Advertencia⚠️
⚠️ En este capítulo habrá contenido erótico/sexual explícito⚠️
Pasé directo a la cocina por un vaso con agua, Joseph se acercó y me abrazo desde atrás, movió mi pelo hacia un costado, apoyó su barbilla en mi hombro y yo mi cabeza contra la suya.Joseph: Pecas - suspiró en mi oído, me voltee para verlo - estamos juntos ahora ¿verdad? - preguntó sin despegar su mirada de la mía.
Amelia: Si - respondí en un suspiro.
Joseph sonrió y unión sus labios con los míos, aferrando sus manos a mi cintura y yo a su cabeza, acariciando sus rizos, me levantó dejándome sentada en la encimera, así quedábamos a la misma altura, el entre mis piernas, se apartó un momento para verme nuevamente a los ojos, acarició con dulzura mi rostro, para luego comenzar a dejar besos cortos y tiernos por toda mi cara.
Joseph: Me gustas Amelia, me gustas mucho - dijo pegando su frente a la mía.
Amelia: Y tú a mi Joseph - respondí y me aferré a su cuerpo, abrazándolo con mis piernas y brazos, Joe tomó mi rostro, dándome un beso rápido.
Joseph: Voy al baño - avisó sin soltar mi rostro, para volver a unir nuestros labios, antes de ayudarme a bajar de la encimera e ir al baño.
Aproveché de ir al mío a cepillarme los dientes y colocarme el pijama, al salir del baño me encontré a Joe estirado en mi cama, lo miré con suspicacia.
Joseph: Nunca he dormido en esta cama, creo que es más cómoda que la mía, debería cambiarte de habitación - soltó con una risita tierna.
Amelia: Ni lo sueñes Joseph Quinn - me acerqué gateando por el colchón, hasta llegar a su boca, para depositar un beso tierno.
Joseph tiró de mí, haciéndome caer en sus brazos, nos mantuvimos así por varios minutos, él acariciaba mi espalda, mientras yo sentía su corazón latir.
Joseph: Deberíamos meternos bajo las sábanas, se está poniendo fresco - murmuró y yo asentí.
Nos metimos abajo, le di la espalda y el me abrazó desde atrás, su abrazo era cálido, me hacía sentir querida y a salvo.
Narra Joseph.
Desperté muy temprano, aún no amanecía, fui al baño, volví a la cama cuidando no despertarla, en la posición de cuchara, ella apegó su cuerpo contra el mío.
Adoro ser la cuchara grande.
Su cercanía hizo que mi bulto creciera, besé su mejilla de forma tierna, la deseaba, pero no iba a despertarla o al menos esa no era mi intención, ella giró su cabeza un poco hacia mí.
Amelia: ¿Qué hora es? - susurró somnolienta.
Joseph: Aún es temprano, sigue durmiendo - susurré de vuelta depositando un beso en su hombro.
Se acercó aún más a mí, su trasero rozaba mi erección, intenté no pensar en ello, pero una de sus manos tomó la mía y la colocó en su entre pierna.
Amelia: No puedo dormir si tú estás despierto - susurró.
Joseph: Entonces tendré que hacer algo para ayudarte a conciliar el sueño - respondí de la misma forma.
Con la mano que tenía por debajo de su cuello, atrape uno de sus senos, mientras movia la otra en su zona íntima y besaba su cuello, a la vez que rozaba mi bulto en su trasero.
Joseph: ¿Qué quieres Amelia? Dímelo - ordené.
Amelia: Te necesito Joe - gimoteo.
Joseph: ¿Me quieres dentro? - pregunté sin dejar de masturbarla.
Amelia: Si, por favor - suplicó.
Bajé su ropa hasta sus rodillas, lo mismo hice con la mía, comencé a rozar mi miembro por su trasero, le daba pequeños golpes con él, bajé con mi mano hasta la entrada de su cavidad para asegurarme de que estaba lista, su vulva estaba empapada, escupí en mi mano para mojar mi miembro, lo acerqué a su entrada, ella volteó su cabeza hacia mí y la besé a la vez que entraba en ella.
Amelia: Despacio - se quejó.
Joseph: Esta bien nena, tócate - le ordené.
Ella se tocaba mientras empujaba mi glande dentro, despacio y lento, abriéndome paso en su interior, poco a poco fui entrando hasta lograr la penetración completa, sus paredes me abrazaban, estaban húmedas, apretadas y muy calientes.
Joseph: ¿Estas bien? - pregunté en su oído y ella respondió con un gemido - bien, no dejes de tocarte nena.
Sus caderas empujaban contra mí, sin despegarnos demasiado, llevábamos un ritmo lento pero exquisito, mis manos recorrían su cuerpo, me quedé un momento apretando sus senos, Amelia comenzó a gemir más fuerte y sus paredes estaban apretando cada vez más lo que casi me llevaba al límite.
Joseph: ¿Quieres venirte Amelia? - hablé en su oído.
Amelia: Si, si, por favor, Joe - suplicaba con desesperación.
Joseph: Bien Amelia, vente en mí, dámelo.
Quité su mano para masturbarla yo, mientras la embestía con mayor fuerza, sentía como se humedecida cada vez más, sus paredes se apretaban y soltaban, masajeando mi miembro, su cuerpo se tensó un momento, hasta que se liberó por completo, terminando con espasmos, salí de su interior y bombeé mi miembro en su trasero, liberando todo el líquido.
Me levanté precipitadamente para ir al baño y tomar un poco de papel, la ayudé a limpiarse.
Narra Amelia.
Me levanté para asearme en el baño, volví acostarme junto a Joe, me besó tiernamente en los labios, me acurruqué en su pecho.
Joseph: Pecas, no usé preservativo, lo siento, deberías tomar la píldora del día después - habló con preocupación.
Amelia: No te preocupes, tomo la píldora anticonceptiva desde hace un tiempo.
Joseph: ¿En serio? De haberlo sabido antes, no me habría contenido - hizo pucheros.
Amelia: Prefiero que sigamos usando preservativo, para mayor seguridad.
Joseph: Esta bien Pecas, estoy de acuerdo - besó mi frente - deberíamos dormir, mañana tienes clases.
Amelia: Por suerte sólo tengo un taller en la tarde, a las tres.
Joseph: Genial ¿entonces podemos quedarnos en la cama hasta tarde?
Amelia: Mhum - respondí.
Joseph: Ya que Erick no trabajará para mí, podría llevarte a la academia e ir a buscarte si quieres.
Mi pecho dolió un poco al oír su nombre.
Amelia: No es necesario el tranvía me sirve, no quiero que te expongas.
Joseph: Siempre puedo ir de incógnito.
Amelia: Oh claro olvidaba que con tu súper gorra nadie te reconocerá - reí a carcajadas.
Joseph: Bueno tu te lo pierdes - se tentó a reír también.
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Primos Quinn +18 Joseph Quinn.
RomanceJoseph: Sólo, no quiero que estés en la boca de nadie. Amelia: Podría estar en tu boca si no fueras tan cobarde. Estábamos a centímetros de distancia, podía sentir su respiración tan agitada como la mía, me acerqué un poco más, me abracé a su cuello...