Capítulo 39.

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Desperté abruptamente cuando alguien me lanzó agua en la cara.

Joseph: ¿Pero que mierda? - me quejé.

Wesley: Hora de levantarse idiota.

Joseph: ¿Qué haces aquí? - fruncí el ceño.

Me encontraba estirado en el sofá.

Wesley: Anoche tu exnovio me llamó.

Joseph: ¿Mi ex qué? - me dolía absolutamente todo.

Wesley: Tu novio, el rubio que manejaba para ti - sonreía burlesco.

Joseph: Oh Erick - intenté levantarme, pero el dolor de cabeza y de mi cuerpo no me dejó - ¿Cómo entraste?

Wesley: El conserje me abrió, le mostré el video de la paliza que te dieron, le dije que soy tu amigo y que quería verificar si estabas bien.

Joseph: ¿Y lograste convencerlo solo con eso? - fruncí el ceño, incrédulo - Nah no te creo.

Wesley: Sabes el encanto que tengo - sonrió de forma engreída - en fin, levántate - le dio una patada a mi pie.

Joseph: ¡Auch! Idiota me duele todo - intenté darle una patada de vuelta, pero incluso eso me dolió - espera dijiste ¿video? - Al fin logré levantarme.

Wesley me mostró el video de cómo me sacaban los dos idiotas del lugar.

Joseph: Mierda - tapé mi rostro avergonzado.

Wesley: Bien Joe, te dejé en paz, te dejé vivir tu duelo, pero te estás pasando y es hora de avanzar.

Joseph: ¿Quién te dice que no estoy avanzando?

Wesley: Si estás avanzando, a pasos agigantados hacia tu fracaso - habló con ironía - ¡mira este departamento es un puto asco!

Joseph: ¿Quién eres tú y qué hiciste con Wesley? - fingí una cara de temor.

Wesley: Ja, Ja, ve a bañarte idiota, te prepararé un café y luego limpiaremos toda la mierda que hay aquí.

Fui a mi cuarto por un poco de ropa limpia, casi nunca tomo mi celular y no quería hacerlo ahora, ya que de seguro tendría mil llamadas perdidas de William y otro medio millón de mensajes de mi madre, pero por algún motivo, lo tomé y un mensaje de un número desconocido hizo que mi corazón se detuviera unos segundos.

______📱______
Desconocido.


📲 Desconocido:
Necesito saber si estas bien.
Amelia.

______📱______


Tiré el teléfono a la cama y me fui a la ducha.

¿Ahora se preocupa por como estoy?

Después de seis meses en los que desapareció, en los que mi vida ha sido un infierno.

¿Ahora me habla cómo si nada?

Narra Amelia.

Todos estos meses me contuve, no quise hablarle, quería que se le hiciera más fácil olvidarme, aunque muriera cada día por escribirle, llamarlo, por escuchar su voz, pero todo era para su bien o al menos de eso me intentaba convencer.

Después de ver ese video y otros más que rondaban en Internet, en donde se veía notoriamente ebrio y descuidado, decidí hablarle, mandarle un simple mensaje, me dolía el estómago por los nervios, esperaba su respuesta con ansias, pero nunca llegó.

Primos Quinn +18 Joseph Quinn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora