Primos Quinn +18 Joseph Quinn.

Capítulo 51.

⚠️Advertencia⚠️

⚠️ En este capítulo habrá contenido erótico/sexual explícito⚠️

Narra Joseph.

Las semanas pasaron y nos encontrábamos nuevamente en la época navideña, tal como el año anterior, compramos nuestro arbolito de Navidad, nos demoramos casi cuatro horas en elegirlo, discutimos bastante durante el proceso, hasta que lo conseguimos; el departamento estaba completamente decorado, como a Amelia le gustaba, me obligaba a usar una pijama con motivo navideño, que hacía juego con el de ella, el mío tenía el pantalón rojo y la sudadera verde estampada con un duendecillo, el de ella era al revés, el pantalón verde y la sudadera roja con una duendecilla y aunque intentaba disimularlo, la verdad es que me encantaba.

Estábamos estirados en el sofá viendo películas navideñas, tomando chocolate caliente, acompañado de galletitas, mi cabeza descansaba en su pecho y sus dedos se enredaban en mi cabello, podría pasarme la vida así y estoy seguro de que no me cansaría, una de mis manos acariciaba la piel de su abdomen por debajo de la sudadera, dibujaba círculos con mis dedos, pasé a rozar sus costillas y ella se removió.

Amelia: Me haces cosquillas - rio tiernamente.

Joseph: Oh ¿En serio? - fingí inocencia - ella asintió.

La ataqué, haciéndole cosquillas, pero ahora de forma intencional.

Amelia: ¡Basta! ¡basta! - intentaba detenerme - Joe por favor detente - suplicaba entre risas.

Joseph: Está bien, está bien - reí.

Detuve el ataque, para ahora atacarla con pequeños besos que plantaba por todo su abdomen, su risa hacía eco en el departamento, alcé la mirada hacia su rostro, sus bellos ojos almendrados estaban iluminados, su cabello alborotado.

¿Cómo es que puede ser tan hermosa?

Tomó mi rostro con sus manos, haciéndome entender que quería que subiera hasta su altura, apoyé mis brazos a sus costados y nos besamos, suavemente, ella abrió sus piernas para que mi cuerpo descansara entremedio, mi excitación se hizo presente, sus caderas se movían en busca de mi abultado pantalón y casi sin percatarnos, la ropa estaba tirada por todo el lugar, mis manos acariciaban su silueta desnuda, mi lengua dejaba un camino húmedo por sus senos, cabían casi por completo en mi boca, dejaba pequeños mordiscos que la hacían jadear, bajé hasta mi lugar favorito, ese lugar caliente y jugoso, lo saboree con fervor, su espalda se arqueaba, sus manos tiraban de mi cabello, sus gemidos me hacían saber que lo estaba disfrutando, sus piernas comenzaron a tensarse, hundí dos de mis dedos dentro de su cavidad que pronto comenzó a apretarlos, mojándolos con los fluidos de su orgasmo.

Narra Amelia.

Aún me estremecía después de mi liberación, Joe subió hasta mi boca, metiendo su lengua, enredándose con la mía, su erección estaba apoyada en mi pelvis, comencé a tocarlo, sin separarme de su boca, su respiración agitada y tibia acariciaba mi rostro, enredé mis piernas en su cadera, me levantó con facilidad y quedamos sentados en el sofá, yo sobre él, rozaba mi intimidad con la suya, con una de sus manos lo mantenía en la dirección correcta, se sentía suave caliente, mi boca no se despegaba de la suya, mis manos se aferraban a su cuello y solo con el roce bastó para venirme una vez más, mi cuerpo se estremecía sobre él, me apego a su cuerpo, mi cabeza descansaba sobre su hombro, tomó mi pelo, dejándolo todo hacia uno de los costados.

Joseph: Es mi turno, ahora quiero estar dentro de ti - susurro en mi oído, antes de morder el lóbulo de mi oreja - vamos Amelia, quiero que vayas por la protección ¿sí?