Narra Amelia.
Me quedé paralizada, mi corazón había dejado de latir al menos por unos segundos.
Joseph: ¿Amelia? - frunció su ceño y se puso una camiseta que traía en la mano.
Amelia: Hola Joe.
¿Hola Joe? ¿Eso es todo lo que dirás?
Grace: Oh tu eres Amelia, un gusto yo soy Grace - tomó mi mano para saludarme - Joe, pero por favor ayúdala con la maleta. - comenzó a arrastrarla hasta que Joe reaccionó y terminó por entrarla el.
Pude notar que ella estaba usando una camiseta de él y quise salir corriendo de ahí, pero mis piernas no reaccionaban.
Grace: Me iré a cambiar - avisó y Joe asintió - permiso - se fue en dirección a la habitación de Joe.
Joseph: ¿Qué haces aquí? - su seriedad me abofeteó.
Amelia: Yo...
Vine a buscarte por que te amo y no puedo vivir sin ti.
Amelia: Supe lo que pasó con esa chica, Lexie y quería saber cómo estabas, te escribí, pero no contestaste y me preocupé - mi voz estaba temblorosa.
Joseph: ¿Y viniste hasta aquí por eso? - pregunto en un tono irónico, yo asentí con la cabeza - ¿y no te pusiste a pensar en que, si no te contesté el mensaje, era porque no quería hablarte?
Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, no supe que contestar, joe se acercó a la cocina por un vaso de agua, Grace apareció nuevamente, ahora vestida con su propia ropa.
Joseph: ¿Estás lista? - preguntó al verla.
Grace: Si, pero no te preocupes yo puedo irme en taxi o Uber, así pueden ponerse al día - sonrió amable.
Joseph: No te preocupes, Amelia ya se iba, adelántate, bajo en un minuto.
Grace: Oh bueno, fue un gusto - sonrió un poco incómoda, antes de salir por la puerta.
Joseph: Ya pudiste verificar mi estado ¿no?
La forma en la que estaba hablándome era tan fría, el pecho me dolía, el Joe de ahora no era el que yo conocía, la forma en la que ahora me miraba me daba escalofríos, no quería hablar porque si lo hacía rompería en llanto y no quería que me viera llorar.
Joseph: Bueno Amelia, tengo cosas que hacer - tomó sus llaves y comenzó a avanzar hacia la puerta - asegúrate de cerrar bien antes de salir - abrió la puerta y se volteó para verme - y por favor déjame las llaves que te llevaste - cerró la puerta a sus espaldas.
Caí de rodillas, las lágrimas golpeaban el piso de madera, el pecho me dolía, mi cuerpo temblaba, esto fue mi culpa, nunca debí dejarlo, después de todos mis esfuerzos por hacerle olvidarme, lo había logrado, ya no me amaba.
Ahora te odia.
Pensé que lo nuestro sería para siempre y al parecer mi madre tenía razón.
Solo fuiste un capricho.
Comencé a entrar en crisis, el aire me faltaba, así que fui al baño para meter mi cara en el agua fría.
Logré calmarme y salí de ahí, busqué un hotel en Internet, algo que no fuera tan caro, tomé un taxi y me fui.
Al llegar al hotel llamé a Lanna.
Lanna: Perra estaba esperando tu llamada ¿Cómo estás? ¿Ya lo viste? ¡Cuéntame todo! - estaba demasiado emocionada, hasta que me escucho llorar.
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Primos Quinn +18 Joseph Quinn.
RomanceJoseph: Sólo, no quiero que estés en la boca de nadie. Amelia: Podría estar en tu boca si no fueras tan cobarde. Estábamos a centímetros de distancia, podía sentir su respiración tan agitada como la mía, me acerqué un poco más, me abracé a su cuello...