Capítulo 23.

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Estaba preparando el desayuno, Joe seguía dormido, desde la muerte de Fiorella, ha estado apagado, si bien no ha dejado de ser el hombre amoroso, cariñoso que suele ser, puedo ver en sus ojos la tristeza, la culpa.

Joseph: Buenos días preciosa - me sorprendió desde atrás, abrazándome por la cintura.

Amelia: Buenos días dormilón, me asustaste - me voltee hacia él.

Joseph: Lo siento - besó mis labios - ¿Te ayudo en algo? - sonrió con esa sonrisa hermosa que me hace caer al piso.

Amelia: Mm el café está listo y yo estaba terminando con los sándwiches ¿puedes servirlos?

Joseph: Por supuesto - tomó mi cara con ambas manos para darme un beso corto y rápido, antes de separarse.

Joe colocó las tazas sobre la mesa, yo terminé de preparar los sándwiches.

Amelia: Para ti, Atún y mayonesa - sonreí entregándoselo.

Joseph: Gracias Pecas - sonrió y le dio una mordida a su sándwich.

Joe no perdía oportunidad de acariciar mi pierna, mientras disfrutábamos del desayuno en silencio.

Amelia: Se acerca Navidad y no sé qué regalarte - rompí el silencio, no era algo que me incomodara, pero sabía que probablemente en su cabeza, recorrían recuerdos o pensamientos oscuros sobre lo ocurrido recientemente y no quería dejarlo ahí, necesitaba ayudarlo a despejar su mente.

Joseph: Me basta con tenerte - besó mi mejilla - le conté al abuelo sobre nosotros, soltó sin más y yo me ahogué con el café - hey tranquila - daba golpecitos a mi espalda.

Amelia: ¿Por qué hiciste eso? - me levanté enojada de la mesa.

Narra Joseph.

Amelia caminaba de un lado a otro por el living.

Amelia: No debiste decirle, si mamá se entera... ¿Por qué lo hiciste Joe? - se sentó en el sofá, apoyando sus codos en las piernas, cubriendo con sus manos las lágrimas que caían por sus mejillas.

Me acerqué con calma, tomé asiento a su lado.

Joseph: Pecas, el abuelo no le dirá nada - tomé sus manos, apartándolas de su rostro - pero sugirió que habláramos pronto con tus padres y estoy de acuerdo con él, deberíamos hacerlo pronto, antes de que sea demasiado tarde.

Amelia: No puedo Joe, no quiero, por favor - se abrazó a mi cuello - por favor Joe, no quiero que nadie se entere, me basta con que estemos juntos - sollozaba en mi hombro.

Joseph: Pecas, sé que tienes miedo de lo que pueda pasar, de la reacción de Marie, pero estamos juntos y pase lo que pase seguiremos así.

Amelia: Joseph por favor, no puedo aún, no estoy lista - negaba con su cabeza, las lágrimas no dejaban de correr por sus mejillas y yo no podía verla así.

Joseph: Está bien, está bien, no llores ¿Sí? - comencé a secar sus lágrimas - no me gusta verte llorar - hice pucheros y ella me besó.

Al principio era un beso tierno, pero Amelia subió a horcajadas sobre mi e intensificó el beso, se abría paso dentro de mi boca, buscando con desesperación mi lengua, sus caderas se movían sobre mí, rozando mi entrepierna, que estaba comenzando abultarse, enrede una de mis manos en su cabello, la otra pasaba desde su cintura, a su muslo y a su trasero, al cual apretaba con deseo, Amelia se apartó, arrodillándose frente a mí, ayudándome a bajar el short que estaba usando, liberando mi erección, hasta ahora no había tenido la dicha de estar en su boca y era algo que deseaba con locura, tomó mi miembro con su mano y comenzó a bombear de arriba a abajo, cerré los ojos absorbiendo el placer, pero un flashback de Fiorella en esa posición pasó por mí cabeza.

Primos Quinn +18 Joseph Quinn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora