Capítulo 35.

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Narra Joseph.

Colgó el teléfono, estaba furioso, Mary me había prometido no hablar con ella y ahora Amelia no quería nada conmigo, desde un inicio sabía que esta relación no sería fácil, que tendríamos que lidiar con el desprecio de todos, pero estaba dispuesto a pelear con garras y dientes si era necesario, para proteger lo nuestro, protegerla a ella.

Me bajé del auto y caminé hacia la casa, estaba nervioso, no estaba seguro de si Mary ya le había contado a todo el mundo o si solo había hablado con Amelia, así que decidí actuar lo más normal posible.

Toqué el timbre, Marie me abrió.

Marie: Hola querido, feliz año nuevo - me abrazó.

Devolví el abrazo, pero alcé mi mirada hacia la escalera y la ví ahí de pie, al borde de ésta, pálida como un cadáver y su pantalón cubierto de sangre.

Joseph: Amelia - solté en un susurró.

Me aparté abruptamente del abrazo de Marie y corrí lo más rápido que pude hacia ella.

Marie: ¡Por dios! - gritó asustada, siguiendo mis pasos.

No alcancé a llegar hasta ella, antes de que se desvaneciera, pero por suerte cayó hacia atrás y no escaleras abajo, se dio un fuerte golpe en la cabeza al caer al piso, me arrodillé a su lado.

Joseph: Pecas, hey Amelia - acariciaba con mis manos temblorosas, su hermoso rostro blanquecino.

No quería moverla, era peligroso después del golpe que se dio.

Marie: ¡Llamen a una ambulancia! - gritó también arrodillándose junto a su pequeño cuerpo indefenso - Amelia, bebé ¿Qué pasó? ¿Cariño me escuchas?

Joseph: Amelia - le di pequeñas palmaditas en la cara para hacerla reaccionar.

Teddy: ¡No hay señal, maldición, no puedo comunicarme con urgencias!

Arthur: Debemos llevarla a un hospital, encenderé el auto.

Mary: Shh, tranquilo bebé, no pasa nada - sollozaba, tratando de tranquilizar al pequeño Loui.

Papá: ¡Saca al niño de aquí!

Abuelo: ¡Tranquilícense todos por favor!

Todos estábamos asustados, histéricos, Amelia abrió los ojos.

Amelia: Mamá duele, duele mucho - lloraba desconsoladamente como una niña pequeña.

Marie: ¿Qué te duele bebe?

Amelia: La barriga mamá, duele - se retorcía de dolor.

Mamá: ¡Vamos cariño, el auto está encendido hay que llevarla al hospital!

Joseph: Bien, Amelia voy a levantarte ¿sí? - ella asintió.

Se quejó cuando la tomé en mis brazos, bajé las escaleras lo más rápido que pude, nos metí al auto, con ella en mis piernas y Marie a mi lado.

Arthur: Echó a andar el auto a toda velocidad.

Marie: ¡Arthur con cuidado por favor, queremos llegar vivos al hospital!

Arthur: Lo sé, lo sé - respondió nervioso.

Amelia: Joe me duele, duele mucho Joe - daba alaridos de dolor.

Joseph: Lo sé, lo sé, ya vamos a llegar y te ayudarán con eso ¿sí? - intentaba tranquilizarla.

Marie: Bebé no te duermas, no, ¡Joe que no se duerma!

Primos Quinn +18 Joseph Quinn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora