Tiempo después le devolvieron a Harry la Saeta de Fuego, y aunque sus intentos por producir un Patronus en las clases de Lupin siguieran siendo débiles, todo lo demás empezó a mejorar. El día del partido contra Ravenclaw bajó al Gran Comedor con su Saeta en mano para desayunar y todos se volvieron a mirarla, murmurando emocionados, y Harry vio con satisfacción que los del equipo de Slytherin (sobre todo Malfoy) estaban atónitos. Los de Ravenclaw y Hufflepuff se acercaron para verla, y Cedric Diggory felicitó a Harry por haber conseguido un sustituto tan soberbio para su Nimbus.
Era la primera vez que le veía de cerca sin tener que estar compitiendo por la snitch en un partido lluvioso infestado de dementores, y pudo observarlo mejor. Parecía tener la vida perfecta y el respeto de todos los que le conocían, además de ser bien parecido de una forma en que Harry sólo podía soñar ser. Era una figura admirable a seguir, y su aprobación le produjo un aleteo en el pecho y más orgullo que los vagos halagos de los demás. Y cuando lo vio marcharse flanqueado por mucha gente que lo abrazaba por los hombros y le daban palmadas juguetonas mientras reían, Harry pensó que otra cosa con la que sólo podía soñar era en tener un amigo como él.
—¿Estás seguro de que puedes manejarla, Potter? —dijo una voz fría y arrastrada. Draco Malfoy se había acercado para ver mejor, con Crabbe y Goyle detrás de él.
—Sí, creo que sí —contestó Harry, manteniendo a raya la inseguridad que él siempre le provocaba.
—Muchas prestaciones especiales, ¿verdad? —dijo Malfoy, con un brillo de malicia en los ojos—. Es una pena que no incluya paracaídas, por si aparece algún dementor.
—Y es una pena que no tengas tres brazos porque de esa forma podrías coger la snitch —le contestó Harry haciendo alarde de todo el humor negro del que se descubrió capaz.
El equipo de Gryffindor se rió con ganas. Malfoy entornó sus ojos claros y se marchó ofendido. Harry sintió que por fin había aprendido a manejarse frente a él y ganó energía para el partido.
Salieron al campo y fueron recibidos con un aplauso tumultuoso. El equipo de Ravenclaw, de color azul, aguardaba ya en el campo. La buscadora, Cho Chang, era la única chica del equipo. Harry le sacaba más o menos una cabeza de altura, y a pesar de los nervios, no pudo dejar de notar que era muy guapa. Ella le sonrió cuando los equipos se alinearon uno frente al otro, detrás de sus capitanes, y Harry sintió una ligera sacudida en el estómago que no creyó que tuviera nada que ver con los nervios.
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Todos los caminos llevan a Malfoy - Drarry
FanficMientras Harry Potter camina hacia su muerte en el Bosque Prohibido, su vida pasa frente a sus ojos, y se percata de ciertas cosas muy... interesantes. Éste es un viaje de autodescubrimiento y evolución emocional, que el famoso chico mago recorre ju...