Harry nunca se había sentido tan adolorido como ahora, aún acostado sobre su lado derecho luego de unas posibles dos horas (¿o había sido más?), sin haberse movido en absoluto para no quitarle los ojos de encima al punto en que Malfoy se había desvanecido de la nada en el mapa. Los engranajes de su cabeza no habían parado en ningún momento, y los ronquidos de Ron se imponían a las respiraciones acompasadas de sus compañeros. Todos estaban dormidos desde hacía mucho.
Pero justo cuando él empezaba a ceder a las escamas de cansancio que se le habían formado en los párpados, el nombre de Malfoy volvió a aparecer en el mismo lugar de donde había desaparecido. Un tenue chillido de sorpresa se le escapó de la garganta sin abrir la boca, y Harry se la cubrió con la mano. Miró por encima del hombro hacia el resto del cuarto, pero ninguno de sus compañeros se movió. Realmente era el único con sueño ligero en esa habitación.
Regresó rápidamente la vista hacia el mapa. Malfoy empezaba a desplazarse. Harry no esperó para coger el mapa con manos temblorosas y abrirlo más haciendo el menor ruido posible. Antes había estado algo cerca de la torre de Gryffindor en el séptimo piso: ahora se le veía bajar hacia la sexta planta. Se estaba alejando...
Pero justo cuando Harry empezaba a plantearse el cómo levantarse y salir sin quitarle la vista al mapa, vio otro nombre que se aproximaba del otro extremo al encuentro de Malfoy, quien ralentizó sus pasos, y Harry se maravilló de la buena suerte que de repente tenía. ¿Había tomado el Felix Felicis sin darse cuenta? Si se ponía en marcha ahora mismo, podría escuchar ciertas confidencias que de seguro Malfoy le contaría a Nott. Los padres de ambos eran mortífagos, ¿y para qué se reunirían a esas altas horas de la noche si no fuera para hablar de eso?
Tomó una gran bocanada de aire y contuvo la respiración. Se levantó de la cama muy despacio, apoyándose en una mano mientras que sujetaba el mapa con la otra. Su cuerpo entumecido protestó, pero él lo ignoró. Sabiendo que debía darse prisa, se puso las gafas y caminó en puntas muy rápidamente hacia su baúl.
-¡Muffliato! -susurró apuntándole con la varita. Entonces pudo abrir el baúl sin preocuparse de hacer ruido y sacó la capa invisible. El príncipe mestizo era un maestro de los hechizos sin duda.
-¡Finite! -volvió a susurrar luego de haber cerrado el baúl. Cerró las cortinas de dosel para que no vieran que no estaba por si despertaban, y bajó hacia la desolada sala común.
-¡Oiga usted, jovencito! ¡Éstas no son...! -bostezó enfadada la señora Gorda cuando él salió por el hueco del retrato.
-¡Shhh! ¿Es que no puede entender que tengo insomnio? -le murmuró ceñudo-. ¡Necesito andar por ahí!
-No debería recibirte cuando vuelvas -dijo frotándose los párpados.
-No deberías, pero lo harás. Si me dejas durmiendo afuera y muero congelado, nadie más le pondrá un poco de atención a tus solos de ópera. -Le guiñó el ojo, sonrió y desapareció bajo la capa, y le oyó refunfuñar a la señora Gorda algo así como "tonto diablillo engreído".
Bajó las gradas hacia el sexto piso muy rápido, mientras miraba el mapa fijamente. Se le había olvidado que tenía los pies descalzos y podía resbalarse más fácil. Según el mapa, Malfoy y Nott pasaban de largo el almacén de material y se aproximaban al aula de runas antiguas. La respiración de Harry se volvió pesada por el presentimiento. Cada vez estaba más cerca...
-Travesura realizada... -murmuró, cerró el mapa y se lo guardó en el pantalón.
Se acercó apretando los labios, y vio que la puerta del aula estaba medio cerrada. Pero el saberse invisible le concedió la chispa de audacia que le hacía falta y se asomó por la puerta. La escasa luz de luna que se colaba por la ventanilla del salón parecía ser absorbida por el cabello rubio de Malfoy, que ahora estaba sentado sobre un escritorio, con un pie sobre una silla y la punta del otro rozando el piso. Theodore Nott estaba de pie junto a él. Harry aguzó el oído.
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Todos los caminos llevan a Malfoy - Drarry
Fiksi PenggemarMientras Harry Potter camina hacia su muerte en el Bosque Prohibido, su vida pasa frente a sus ojos, y se percata de ciertas cosas muy... interesantes. Éste es un viaje de autodescubrimiento y evolución emocional, que el famoso chico mago recorre ju...