Todos los caminos llevan a Malfoy - Drarry

Segunda Guerra: ¡larga vida al Elegido!

REGRESÉ!! 😂 pero regresé con un capítulo que esperaba no fuera tan crudo y explícito, pero UPS, es necesario. Advertencia de abuso sexual, drogas y lenguaje fuerte. Casi no tendrá diálogos para así narrar resumen y saltar en el tiempo más rápido*

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Regresó al número cuatro de Privet Drive ese sábado 3 de julio a las seis de la tarde, con destino directo a su cuarto, y en toda la noche no se le fue de la mente el sepulcro blanco que contenía el cadáver de Dumbledore y que había visto temprano. Percibió que sus tíos estaban algo extrañados por verlo tan callado y cabizbajo, pero sabía que jamás le preguntarían cómo estaba, y que les agradaría demasiado cuando les contara a la mañana siguiente que sería su última temporada bajo aquel techo.

Pero no resultó como esperaba, porque en cuanto les dijo que esa también debía ser la última temporada bajo ese techo para ellos, y que debían irse si querían seguir con vida, le exigieron una explicación más a fondo, a excepción de Dudley, su primo, que sólo se limitó a escuchar con una expresión intrigada. Tuvo que explicarles que Dumbledore había sido asesinado, que ya ningún sitio era seguro y que nadie era de fiar, que había empezado una guerra y una carrera contra el reloj, porque apenas él cumpliera los diecisiete años a final de mes, se caería la protección de sangre que lo había mantenido oculto de Voldemort durante todo el tiempo que había vivido allí y no en Hogwarts, y finalmente podrían encontrarlos para matarlos a todos.

Su tía Petunia desde luego se burló y le dijo que había perdido el juicio, pero a partir de allí su tío desarrolló la el vicio de hacer, deshacer y rehacer las maletas sobre el auto a diario. Era claro que las escalofriantes predicciones de Harry habían movido algo dentro de él, pero con lo que el muchacho no contaba era el cambio errático que se produjo en su conducta. Se volvió una costumbre escuchar sus pasos cerca de su habitación a la medianoche (una vez escuchó a su tía discutir con él porque no la dejaba dormir al levantarse a cada rato o dar vueltas en la cama), y las pocas veces que Harry salía él le reprochaba hasta por las cosas más estúpidas, aún más insoportablemente de lo normal, aunque Harry no hubiera dicho ni una palabra. Una semana después de haber llegado, apareció en la puerta el mismísimo señor Weasley, acompañado de Kingsley Shacklebolt, y jugando jugando demolió media sala de estar. Pero aparte de ello, le advirtió secretamente a un Harry muy desaliñado que se alistara para las once de la noche del día 27, y le confirmó a los Dursley las palabras de él sobre Voldemort.

Aquello había terminado empeorando aún más su mal proceder con el sobrino. Cierta vez irrumpió en su cuarto, tambaleándose de borracho, justo en el momento en que Harry salía del baño con nada más que una toalla atada a la cintura. El muchacho, que intuía que el que su tío estuviera como una cuba mientras que él no traía nada puesto era una combinación peligrosa, le dio la espalda rápidamente para buscar su viejo albornoz y cubrirse mejor. Pero casi había llegado al clóset cuando una mano muy tosca le apretó el antebrazo y lo hizo girar tan de golpe que se mareó. Acto seguido, le preguntó el por qué del tatuaje, y empezó a gritarle algo sobre cómo lo habían educado y de las malas costumbres de gente indecente y Merlín sabía qué más. Harry intentó zafarse con desdén de la situación. En otro tiempo, se habría defendido con mucha más audacia, pero estaba demasiado cansado. Entonces de la nada el puño de su tío se había hundido contra su pómulo.

No era ni de lejos la primera vez que lo golpeaba, y mientras se limpiaba la sangre de la nariz decidió no darle importancia. Lo único que le daba ilusión era la perspectiva de irse muy pronto para no volver, y supuso que si se sometía evitaría empeorar las cosas, cuando la realidad era que ya no podía importarle menos su propia integridad física, porque mientras antes se defendía hablando de Dumbledore, ahora no podía porque estaba muerto, y cuando estaba vivo tampoco es que lo hubieran lastimado menos. Pero jamás imaginó que el maltrato verbal y físico fuera a evolucionar en... algo más.