Fue como si toda la información que se le había privado se le hubiera revelado en un santiamén y era mucha para procesar, pero bien sabía Harry que era tan sólo la punta del iceberg. Confirmó que Dumbledore era el que le mandaba a ocultar dicha información, conoció el cuartel general de la Orden del Fénix ubicado en el número 12 de Grimmauld Place, les gritó en un impulso a Ron y a Hermione como nunca antes, y para colmo de males, descubrió que Tonks era en realidad prima de Malfoy, y que Sirius era primo de la madre de Malfoy, lo que lo convertía en una especie de tío.
Harry sintió una extraña vergüenza por haber sido capaz de captar tan rápido el nombre de Malfoy en el árbol genealógico de aquel tapiz. Llegó al punto de sonrojarse con sólo leerlo y le fue casi imposible concentrarse en la historia que Sirius contaba de su familia. Estaba atado a Malfoy de todas las formas lejanas y cercanas posibles y el pensamiento le revolvió el estómago. Agradeció que Sirius estuviera tan absorto en su amargura, porque no estaba seguro de poder explicar por qué su respiración se había vuelto desigual y por qué sus puños se habían cerrado por ver el nombre de su rival del colegio. Sólo cuando logró apartar los ojos de allí pudo ver el nombre de una tal Bellatrix Lestrange.
Pronto identificó el verdadero detonante de su estallido contra Ron y Hermione. Se negaba a creer que él era el único que había cambiado y que por ello los creía distintos. Ahora él era el que se sentía como un intruso. Parecía que la complicidad que había construido lentamente con Hermione el año anterior hubiera sido un sueño o un mero fallo en la realidad. Pero no lo era. Cedric estaba muerto, y él y Hermione habían desarrollado ese otro nivel de amistad entre ellos porque Ron había desconfiado de Harry y lo había desconocido como amigo por un buen rato. Ahora Ron y Hermione habían pasado el verano juntos y tenían su propio entendimiento, se miraban más que antes e incluso hablaban más entre ellos que con él.
—¡He pasado cuatro semanas confinado en Privet Drive, robando periódicos de los cubos de basura para ver si me enteraba de lo que estaba pasando! —les había gritado a todo lo que la garganta le dio—. ¡Supongo que os habréis reído de lo lindo!, ¿verdad? Aquí escondidos, juntitos…
Era un triángulo perfecto si se detenía a pensarlo. Hermione siempre parecía elegirlo a él cuando Ron los ponía en aprietos con una actitud. Harry a su vez elegía siempre a Ron a pesar de todo, y la segunda prueba del torneo en el lago negro lo demostró. Pero Ron de seguro elegiría a Hermione: así lo pensaba. Y apestaba querer demasiado a alguien que no te correspondía la amistad con la misma intensidad, pero era todo lo que tenía. Ya nada era igual, y a lo mejor el problema era de él, porque ellos sólo vivían una vida normal, y él ya había tenido que presenciar la muerte súbita de un chico que le gustó incluso más que su novia, y se la había pasado entre terror, depresión, sexualidad y éxtasis. Y no importaba lo mucho que intentara fingir que vivía la misma etapa que sus amigos, porque la verdad era que ya había muerto por dentro el año anterior, y era un fantasma más del cementerio donde lo habían torturado: por ello volvía ahí en sueños casi todas las noches.
Pero dejando aquello de lado, Ginny lo sorprendió de una grata forma. Apenas lo vio lo saludó despreocupada, y por una vez no lo miró como si él fuera una enorme tarta de melaza. Entre más avanzaba la noche descubrió que ella también había cambiado bastante, incluso mostrando vestigios de un sarcasmo divertido que jamás relacionó con la chica que abría los ojos como platos cuando lo veía o se trababa la lengua al hablar y hacía caer cosas de la impresión. Fue liberador, sobre todo porque su madre lo seguía tratando como un niño de porcelana al que no se le podía contar nada.
Llegó el 12 de agosto, o el día del juicio final según él. Extrañó más que nunca las pastillas, y por un raro instante entró en pánico mientras tomaba asiento en medio del tribunal con poco más de 50 personas, porque se quedó en blanco y creyó estar allí por la muerte de Cedric, y que lo sentenciarían a cadena perpetua en Azkaban, como había visto el año anterior en el pensadero que ocurría con los Lestrange. Sólo cuando Dumbledore apareció de la nada y se presentó con nombre completo como testigo de su defensa fue que recobró el sentido de la realidad.
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Todos los caminos llevan a Malfoy - Drarry
FanficMientras Harry Potter camina hacia su muerte en el Bosque Prohibido, su vida pasa frente a sus ojos, y se percata de ciertas cosas muy... interesantes. Éste es un viaje de autodescubrimiento y evolución emocional, que el famoso chico mago recorre ju...