Cuando vio a su madre, Ruby sintió que le hervía la sangre. Llevaba mucho tiempo sin verla, pero el odio que sentía por ella no disminuía ni un poco, sino todo lo contrario. No había cambiado en nada, seguía siendo una mujer hermosa y elegante que aparentaba menos años de los que realmente tenía. Llevaba un vestido negro, seguramente diseñado por ella misma, porque era dueña de una marca de ropa y solo usaba prendas exclusivas. También tenía un sombrero, pero se lo quitó al bajar del auto, justo antes de tomar del brazo a su esposo. Solo había esperado un mes para volver a casarse después de la muerte de Jacob, así que estaba por cumplir diez años de casada con Yi Hwan.
En cuanto bajó del auto, Jungkook lamentó no haber llevado las gafas de sol. Había mucha más gente de la que esperaba ver y no estaba muy seguro de poder contener las lágrimas en un momento como ese. Durante todo el camino al cementerio no había hecho más que pensar en cómo podría averiguar la identidad de la chica de la foto, si sabía su nombre, podría averiguar más fácilmente lo demás. Se preparó para saludar y escuchar condolencias.
—Jungkookie.
Dio media vuelta para ver de dónde provenía la voz que había dicho su nombre y se encontró con su tía y sus dos primos.
—Hola —saludó, sin mucho ánimo.
—Pero mira qué guapo estás —su tía sonrió y se acercó para pellizcarle las mejillas como hacía cuando era niño, sin una pizca de delicadeza.
Intentó sonreír.
—Mamá, por favor, este no es momento para eso —dijo Jimin y le dedicó una mirada seria a su madre.
—Es una lástima lo que pasó con tu hermano, tenía toda la vida por delante y mira cómo terminó.
Jungkook no sabía que responder a eso, así que guardó silencio. Jimin se acercó junto con su hermano Hyungsik para darle un abrazo. Para él, eso fue mucho más reconfortante que cualquier palabra que hubieran podido decirle.
Ruby pensó en que ya había sido suficiente tiempo el que había estado ahí, así que era mejor irse. Volvió a ponerse la chaqueta y sacó el celular para mirar la hora. Dio un par de pasos y se encontró de frente con Hyungsik.
—Hola —saludó él.
Ella le sonrió.
—Hola, Hyungsik.
—No esperaba que vinieras.
—Tampoco pensaba venir, pero ya ves.
En esos momentos, Jungkook estaba buscando a Hyungsik con la mirada y lo había encontrado. Tan pronto se fijó en la presencia de Ruby, llegó muy rápidamente a la conclusión de que ella era la chica de la foto. Se arrepintió de no haberla llevado, así estaría más seguro. A pesar de eso, pensó en que lo mejor sería preguntarle a Hyungsik quién era ella. Lo pensó un poco más y se acercó a donde estaban.
—Buenas tardes —saludó.
—Jungkook, te presento a Ruby —dijo Hyungsik.
Ruby lo miró y esbozó una pequeña sonrisa.
—Ruby Everard, gusto en conocerlo.
Hizo una inclinación, pero él le tendió la mano, de manera que ella estiró la suya y le dio un firme apretón.
—Jeon Jungkook, mucho gusto.
Al escuchar su nombre, comprendió de quién se trataba. Estudió su rostro con atención, fijándose en sus facciones, en el lunar que tenía debajo del labio inferior, en la forma de sus labios, en su cabello oscuro que caía suavemente sobre su frente y por último, en sus ojos. Eran muy oscuros, pero a pesar de eso, pudo ver en ellos el inmenso dolor que él estaba sintiendo y también se dio cuenta de lo mucho que había llorado en las últimas horas. Quería dejar de mirarlo, pero por mucho que se esforzaba, no podía. Debía recordar quién era él, tener muy presente que era el hijo de la persona que más odiaba en el mundo.
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𝐈𝐦𝐩𝐥𝐚𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞 || 𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤
FanfictionCuando su padre fue asesinado por el amante de su madre justo en frente de sus ojos, Emma juró que se vengaría y que la suya sería una venganza implacable, que desconocería de límites. Tras la muerte de su hermano mayor, Jungkook debe tomar su luga...