𝑆𝑒𝑖𝑠

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Ruby se encontró con Eunwoo en el ascensor el lunes en la mañana, y se dio cuenta de que tenía un corte en una ceja, además del labio roto.

—Me dijeron que... te fuiste con el señor Jeon el sábado —le dijo él, sin mirarla.

—Había bebido demasiado, aunque no lo suficiente como para no descubrir que eres un infiltrado de Jeon Yi Hwan.

Al escuchar esa respuesta, Eunwoo se preocupó profundamente, si Ruby hablaba y le contaba a alguien lo que sabía, su vida correría grave peligro.

—Ruby...

—No te preocupes, no hablaré. Tú sabrás cómo haces las cosas. Si alguien aquí se entera, no será por mí.

—No quería que te enteraras de eso, pero supongo que Jungkook te lo dijo.

—Por accidente te vi hablando con Hyungsik, Jimin y Yoongi, aunque creo que no hablaron mucho, solo te golpearon, ¿no es así?

—Un poco, pero estoy bien.

-—e metiste con alguien muy peligroso y eso puede acabar muy mal.

Eunwoo asintió, a pesar de lo bien que le pagaban por la información que pasaba, por las pruebas que destruía y por las mil formas en que obstruía las investigaciones, a veces se arrepentía de haberse involucrado con la mafia.

—Debes tener cuidado tú también.

Ruby frunció el ceño.

—¿Y yo por qué?

—Porque veo que te estás acercando mucho a Jungkook y él no es el tipo de persona a la que deberías tener cerca.

—Qué extraño, él dice más o menos lo mismo de ti.

—Tú no sabes cómo es él, está acostumbrado a tener siempre lo que quiere cuando lo quiere, por eso cree que el mundo es suyo. No dejes que te engañe, puede parecer una buena persona, pero se parece demasiado a su padre.

Ruby lo miró en silencio, sin saber qué decirle. Ya había llegado a la conclusión de que ella misma averiguaría en qué medida Jungkook se parecía a Yi Hwan y lo haría por su cuenta, porque quería saber quién era él en realidad, sin que nadie se lo dijera.

—No te preocupes por mí, Eunwoo, yo sé cómo hago las cosas, sé lo que me conviene y lo que no.

Él suspiró, por fin se atrevió a mirarla a los ojos y tomarla de la mano.

—Te lo digo porque me importas.

Llegaron al piso donde estaban sus oficinas y tan pronto se abrieron las puertas, se encontraron de frente con Namjoon. Se alejaron un par de pasos y salieron del ascensor.

—Buenos días, señor Kim.

Namjoon los miró con seriedad.

—Buenos días. ¿Qué le pasó en la cara, señor Cha?

Eunwoo se puso nervioso al instante e intentó responder, pero Ruby se le adelantó.

—Es que lo asaltaron, señor...

—¿Y está bien? ¿No necesita ir al médico?

—No, señor, no fueron más que un par de golpes, nada grave.

Namjoon asintió y miró a Ruby.

—Necesito que me acompañe a una reunión en la tarde, con uno de los testigos de los que le hablé, señorita Ruby.

Ella asintió.

—Sí, señor.

Pasó el resto de la mañana y parte de la tarde, demasiado ocupada, pero a pesar de eso, su mente insistía en pensar en Jungkook, recordando su última conversación.

𝐈𝐦𝐩𝐥𝐚𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞 || 𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora