Después de abrir la ventana para asegurarse de que no estaba haciendo mucho frío, Ruby decidió que no iba a llevarse un abrigo, con la chaqueta de cuero sería suficiente. Se miró una vez más en el espejo y sonrió, bastante satisfecha con su aspecto. Llevaba puesto un vestido vinotinto, sin mangas, con unas botas negras cortas y la chaqueta. Tomó el bolso y empacó el celular antes de salir de la habitación. Se encontró con su abuela llegando a las escaleras.
—Estás demasiado arreglada. El señor Cha va a pensar que estás muy interesada en él.
Ruby puso una expresión de impaciencia.
—Si fuera desarreglada, me hubieras dicho que me arregle un poco, ¿quién te entiende? Además, eso de que estoy interesada no es del todo mentira.
—¿Ya te vas?
—Sí, ya llegaron por mí.
—Al menos dale un abrazo de despedida a tu querida abuela.
Ruby se acercó y le dio un breve abrazo.
—Adiós, abuela, nos vemos más tarde.
Bajó las escaleras corriendo y salió. Eunwoo estaba frente a la casa, recostado en la puerta de su porsche GT3. Por primera vez desde que lo conocía, no llevaba traje. Tenía unos pantalones negros ajustados y una camisa blanca con las mangas recogidas hasta los codos. Se quitó las gafas de sol y se pasó una mano por el cabello.
—Buenas tardes, señor Cha —saludó Ruby, e hizo una inclinación.
—Estamos fuera de la oficina, ¿no crees que podríamos ser un poco más... informales?
Ruby sonrió.
—Está bien, no le diré señor entonces.
Eunwoo sonrió también.
—Me haces sentir como si tuviera ochenta años cuando me llamas señor Cha.
Aquel comentario hizo reír a Ruby.
—Por hoy lo vamos a llamar solamente Eunwoo.
Él se movió para abrirle la puerta del auto, Ruby subió y se puso el cinturón de seguridad.
—¿Quieres escuchar música? —preguntó Eunwoo cuando subió.
Ella asintió.
—¿Y a dónde vamos a ir?
—Ya verás.
Encendió la radio y arrancó. Condujo por la ciudad durante más de media hora, hasta llegar a un restaurante italiano.
—Me gusta la comida italiana —comentó Ruby, mientras se quitaba el cinturón de seguridad.
Eunwoo asintió.
—Lo mencionaste en una de nuestras conversaciones, por eso pensé que sería bueno traerte aquí.
Ruby sonrió.
—Gracias por tenerlo en cuenta.
Eunwoo bajó del auto para abrirle la puerta y darle la mano para ayudarla a bajar. Caminaron hacia el restaurante e iban a entrar, cuando Jungkook llegó, pues había quedado de encontrarse con sus primos y con Yoongi para cenar.
—Señor Cha —dijo en cuanto vio a Eunwoo, y después se dio cuenta de la presencia de Ruby—, señorita Everard, buenas noches.
Lo último que Ruby esperaba era verlo. Hizo un esfuerzo por que no se notara y sonrió.
—Señor Jeon, qué casualidad.
Él le devolvió la sonrisa y ella se dio cuenta de los hoyuelos que se formaban en sus mejillas. Ese día no llevaba traje y no estaba tan perfectamente bien peinado, pero le pareció que se veía incluso más atractivo que la vez anterior.
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𝐈𝐦𝐩𝐥𝐚𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞 || 𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤
FanfictionCuando su padre fue asesinado por el amante de su madre justo en frente de sus ojos, Emma juró que se vengaría y que la suya sería una venganza implacable, que desconocería de límites. Tras la muerte de su hermano mayor, Jungkook debe tomar su luga...