Ruby regresó a su casa, cerró la puerta y se recostó en ella. El simple hecho de dar un solo paso, le costaba un esfuerzo sobrehumano, hacía mucho tiempo que no sentía tanto dolor, tal vez desde la muerte de su padre.
—Otra vez estabas con él, ¿verdad? —escuchó la voz de su abuela y se apresuró a secarse las lágrimas.
—Seguramente será la última vez que lo vea —dijo, y caminó hacia la escalera—, así que no te preocupes por eso.
—Sé que en el fondo sabes que es mejor que no estén juntos y que eso entre ustedes no iba para ningún lado.
Ruby suspiró, no necesitaba que la hiciera sentirse peor, si eso era posible, así que se giró para mirarla.
—Ya me siento lo suficientemente mal por haberlo perdido, tus palabras no ayudan.
Abigail hizo un gesto con la mano, restándole importancia al asunto.
—Tú no estás enamorada de él, es solo un capricho y ya se te pasará cuando tomen distancia y dejes de verlo.
Ruby se preguntó porqué de repente estaba tan tranquila, cuando solo un par de horas atrás parecía querer matarla.
—No sabes nada de lo que yo siento, así que por favor, no opines.
Abigail se levantó y dejó el rosario que tenía en la mano sobre la mesa del centro de la sala, después miró a su nieta con seriedad.
—¿Qué vas a hacer ahora?
—Irme. No quiero estar aquí y tampoco es seguro, aunque en estos momentos no me preocupa para nada que me encuentren y me maten.
—Por favor, Ruby, no te comportes como una idiota. No vas a dejar de luchar solo porque no puedes estar con un tonto al que deberías haber odiado desde que lo viste.
—Cómo se nota que no lo conoces, pero en fin, voy a hacerte caso por esta vez y a regresaré a Londres.
—Me parece muy bien que al menos por esta vez hayas decidido prestarme atención. Empaca tus cosas y vete lo más pronto posible.
Ruby asintió y subió las escaleras para ir a su habitación. Solo con entrar, su mente se llenó de recuerdos de los momentos que había pasado ahí con Jungkook. Aunque no habían pasado más que algunos meses desde que se conocieron, la huella que había dejado en su vida, era indeleble. Olvidarse de él no parecía algo posible, y tampoco pensaba intentarlo siquiera. Dejó que las lágrimas corrieran por sus mejillas, una tras otra, hasta que pasó mucho tiempo y se obligó a organizar todo para su viaje.
Lo primero que hizo, fue llamar a Namjoon. Él estaba en el cine con Seokjin, y cuando leyó el nombre de Ruby en la pantalla del celular, presintió que algo había pasado, pues en todo el tiempo que llevaban trabajando juntos, jamás lo había llamado un domingo. Se disculpó y salió de la sala para contestar.
—Señor Kim —saludó ella, y advirtió que por más que lo había intentado, no había conseguido que su voz sonara tranquila—, por favor disculpe que lo llame hoy. No quería molestarlo, pero es algo urgente.
—Hola, señorita Ruby —respondió Namjoon, y frunció el ceño, pues en seguida adivinó que había estado llorando—. Descuide, ¿qué sucede?
—Voy a salir del país y no sé por cuánto tiempo será, así que no seguiré trabajando con usted.
Namjoon guardó silencio un momento, realmente lamentaba que Ruby se fuera, pues habían trabajado juntos por casi un año y siempre habían hecho un buen equipo.
—Realmente no esperaba eso... ¿de verdad tiene que irse?
Ruby suspiró, jamás hubiera pensado que le resultaría tan difícil dejar su trabajo.
ESTÁS LEYENDO
𝐈𝐦𝐩𝐥𝐚𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞 || 𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤
FanfictionCuando su padre fue asesinado por el amante de su madre justo en frente de sus ojos, Emma juró que se vengaría y que la suya sería una venganza implacable, que desconocería de límites. Tras la muerte de su hermano mayor, Jungkook debe tomar su luga...