𝑇𝑟𝑒𝑖𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑜𝑐ℎ𝑜

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Emma entró en la habitación y se dio cuenta de que Jungkook no había despertado todavía. Cerró la puerta con cuidado, fue a dejar el pequeño pastel que llevaba en la mano sobre la mesa de noche y se sentó en la cama.

—Jungkookie —lo llamó.

Él se acomodó bajo las mantas y murmuró algo ininteligible. Ella suspiró y le acarició la mejilla suavemente.

—Feliz cumpleaños, mi cielo. Tengo varios regalos para ti, pero como no quieres despertar...

Jungkook abrió los ojos de repente y se sentó en la cama, mirando a su alrededor.

—¿Y dónde están los regalos?

Emma sonrió.

—Qué interesado eres —tomó el pastel—. Lo hice yo misma.

Jungkook sonrió, visiblemente emocionado y se acercó para darle un beso en la mejilla.

—Muchas gracias, amor.

Ella sacó el encendedor del bolsillo y encendió la vela que había puesto en medio.

—Pide un deseo.

Él cerró los ojos un momento y deseó poder pasar con ella los cumpleaños que le quedaran, luego sopló la vela.

—Espero que se cumpla.

Ella sonrió y volvió a dejar el pastel sobre la mesa de noche para poder acercarse y abrazarlo.

—Se cumplirá, puedes estar seguro de eso.

Él cerró los ojos y pensó en lo feliz que se sentía por poder pasar su cumpleaños con ella. Emma se alejó un poco de él y lo miró a los ojos.

—Nunca había estado tan agradecida por la existencia de alguien, hasta que te conocí a ti, entonces supe lo que es sentirse afortunado de haber podido coincidir con una persona. Cada vez que te miro, estoy todavía más segura de que conocerte ha sido lo más bonito que pudo pasarme en la vida. Espero que este sea el primero de muchos cumpleaños que vayamos a pasar juntos, si pudiera pasar cada día del resto de mi vida contigo, sería la persona más feliz del mundo. Gracias por haberme mostrado lo que es el amor, ahora sé que nunca me cansaré de amarte.

Jungkook sonrió, sintiendo cómo esas palabras le causaban una cálida y agradable sensación en el pecho. Se acercó y unió sus labios en un beso.

—Te quiero... —dijo, en un susurro, alejándose solo un poco.

Ella le dio otro beso corto.

—Te quiero.

En ese momento, la puerta se abrió y entraron Jimin, Hyungsik, Yoongi y Hoseok.

—Uno... —dijo Jimin— dos... tres.

—Cumpleaños feliz —comenzaron a cantar mientras aplaudían—, te deseamos a ti...

Emma no pudo evitar reírse y Jungkook también. Se tomaron de la mano y esperaron a que terminara aquella inesperada intervención musical.

—¿Ahora se van a dedicar al canto? —preguntó ella.

—Mejor nos quedamos como estamos —le respondió Hoseok.

—Pero cantan bien.

Todos se acercaron para abrazar a Jungkook y desearle un feliz cumpleaños. Emma se quedó pensando en los muchos cambios que había tenido su vida en las últimas semanas, no había esperado que sucedieran todas esas cosas, pero se sentía feliz.

El día anterior Yi Hwan había salido del hospital y Emma y Jungkook se habían ido con él para la hacienda. Ella debía ir a Seúl a recoger el otro regalo que había encargado para Jungkook, así que pensó en pedirle el auto prestado.

𝐈𝐦𝐩𝐥𝐚𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞 || 𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora