𝐶𝑢𝑎𝑟𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑐𝑢𝑎𝑡𝑟𝑜

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Namjoon abrió la puerta y entró en la pequeña sala donde estaba Emma. Jamás había pensado que volvería a verla en esas circunstancias, pero ahí estaban, ella estaba detenida y a él le habían encomendado la tarea de interrogarla.

—Señorita Emma —dijo.

Ella levantó la mirada y puso las manos sobre la mesa con cuidado porque las esposas le estaban haciendo daño en las muñecas.

—Hola, señor Kim. Es un gusto volver a verlo, a pesar de que sea así.

Sonrió y Namjoon hizo un esfuerzo por no devolverle la sonrisa. Debía apartar la simpatía que sentía por ella en esos momentos, aunque desde que había iniciado su relación con Seokjin, dudaba mucho de su profesionalismo. Se sentó en la silla que había frente a ella y dejó la carpeta con los documentos sobre la mesa.

—Tengo que hacerle unas preguntas...

—Lo escucho, señor Kim.

El detective asintió y sacó una agenda y un lápiz para hacer algunas anotaciones.

—¿Qué estaba haciendo en el lugar de los hechos?

—Intentando hacer que me devolvieran a Jungkook.

—La señora Ross dijo que usted había ido a intentar asesinarla y va a poner una demanda por intento de homicidio.

Emma puso una expresión de impaciencia y miró a Namjoon a los ojos.

—Ella secuestró a Jungkook y me dijo que lo mataría si yo no le donaba mi corazón porque necesita un trasplante con urgencia. Fui a decirle que lo haría, pero que lo dejara libre.

Namjoon asintió, sabía que no mentía, además Seokjin le había contado todo lo que estaba sucediendo con el secuestro de Jungkook y el plan que tenían para rescatarlo, pero no podía decir nada de eso. Debía aparentar que no lo sabía o se pondría en evidencia.

—Los agentes que la arrestaron dijeron que la habían encontrado apuntándole con un arma a la señora Ross, además de que la hirió con un cuchillo.

Emma sabía que sería muy difícil salir de esa situación, seguramente acabaría en la cárcel y no habría quién pudiera sacarla de ahí.

—La verdad, me arrepiento de no haberle disparado, aunque después tuviera que podrirme en la cárcel, al menos sabría que no le hará ningún daño a Jungkook.

Namjoon la entendía muy bien, él mismo sería capaz de muchas cosas que antes no creía poder hacer, por Seokjin. Sabía que todo lo que Emma hubiera hecho, había sido por amor, pero el fiscal y el juez no pensarían lo mismo y tomarían esa parte de la declaración como una confirmación de su culpabilidad.

—Primero tuve que interrogarla a ella. Tenía una orden de captura vigente y la trasladarán a la cárcel cuando terminen de curarle la herida de la mano.

Emma sintió un pequeño alivio, en algo la tranquilizaba que fuera a estar encerrada, así podría morir pronto, pues no tendría ninguna posibilidad de hacerse el trasplante.

—Sé que estoy hundida hasta el cuello, pero quien sea que vaya a juzgarme debe saber que todo esto lo hice por Jungkook. Esa mujer mató a mi abuela y al día siguiente lo secuestró a él. Luego me llamó para decirme que si no le daba lo que quería, lo mataría. Obviamente no podía quedarme de brazos cruzados, así que fui a donde me dijo. Estaba dispuesta a dejar que me matara solo por que lo dejara en paz.

—¿Usted vio al señor Jeon ahí?

—Sí, le pedí que me dejara verlo porque pensé que podría ser la última vez.

𝐈𝐦𝐩𝐥𝐚𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞 || 𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora