𝐈𝐦𝐩𝐥𝐚𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞 || 𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤

𝐶𝑢𝑎𝑟𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑐𝑖𝑛𝑐𝑜

Antes de ese día, Emma jamás había estado en una cárcel y esperaba que no fuera mucho el tiempo que iba a pasar allí. La llevaron hasta la que sería su celda y le quitaron las esposas. Cuando entró, vio que en la parte superior del camarote, había una chica más o menos de su edad. Pareció no darse cuenta de su presencia y siguió limándose las uñas, sin prestarle atención.

—Hola —dijo Emma, con cautela.

La chica levantó la mirada.

—Hola. Tú debes ser la novia del hijo del mafioso, ¿no es así?

Emma frunció el ceño, preguntándose porqué estaría tan bien informada.

—¿Cómo sabes...?

—Ellos arreglaron todo para que te dejaran aquí conmigo, yo conozco al señor Jeon.

—No esperaba que mi compañera de celda fuera así, pero me parece muy bien.

La chica esbozó una sonrisa amistosa y bajó del camarote para ir a darle la mano.

—Soy Joo Sae Byeol.

Emma le devolvió la sonrisa y le dio un firme apretón a su mano.

—Emma Seward, gusto en conocerte.

—Me dijeron que intentaste matar a tu madre.

—Si tuvieras una madre como ella, también querrías matarla, créeme.

Sae Byeol sonrió y miró a Emma con atención, definitivamente no era como esperaba, pero le agradaba.

—Bueno... yo no conocí a la mía, así que no sé cómo habrá sido.

—¿Y por qué estás aquí?

—Por vender droga, traficar armas, lesiones personales... pero me quedan solo un par de meses para recuperar mi libertad.

Emma frunció el ceño, no parecía para nada una criminal, pero si conocía Yi Hwan, era porque había estado en cosas ilegales.

—Yo espero que no me dejen mucho tiempo aquí.

—Mira a quién tienes como suegro, si pasas una semana aquí, es mucho tiempo. Lo conozco y sé que desde ya, está moviendo sus fichas.

—¿Lo conoces desde hace tiempo?

—Un par de años, de hecho también conocí a Sung Hyun, es una lástima que haya muerto. Al que no conozco es a Jungkook, ¿hace mucho que son novios?

—Solo unos meses.

Emma se sentó en la parte de abajo del camarote y miró a su compañera. Seokjin le había dicho esa mañana, antes de que la trasladaran a la prisión, que el juicio sería muy pronto, seguramente en menos de tres días, y que solo tendría que estar en ese lugar por poco tiempo. Ni siquiera le causaba angustia el estar ahí encerrada, sino saber que estaba lejos de Jungkook.

Después de pasar toda la tarde jugando cartas con Sae Byeol, Emma salió a comer y se sentó en una mesa con ella y otras chicas. Más tarde regresaron a la celda y se dispusieron a dormir. Como la noche anterior no había dormido nada, no tardó en quedarse profundamente dormida, tanto que no escuchó el sonido de la reja al abrirse ni vio entrar a la mujer que había recibido órdenes de matarla. Se despertó de repente cuando sintió que alguien la miraba fijamente, abrió los ojos y vio cómo movía el brazo donde sostenía el cuchillo, con la intención de apuñalarla. Se hizo a un lado como pudo y el cuchillo se clavó el el colchón, a solo un par de centímetros de ella.

El ruido despertó a Sae Byeol, que se dejó caer del camarote sobre la mujer y la tomó con fuerza del cabello. Emma se levantó de un salto y la golpeó en el rostro con el puño, rompiéndole la nariz. Entonces, Sae Byeol se puso detrás de ella y la tomó con fuerza de los brazos, para que no pudiera moverse y así, Emma siguió golpeándola. Después de un momento de forcejeo, la mujer logró soltarse y se lanzó sobre la cama para recuperar el cuchillo. Mientras tanto, Emma salió de la celda y corrió por el pasillo, si llegaba hasta el final, encontraría a los guardias. La mujer salió corriendo detrás de ella y la empujó, lanzándola contra una pared. Emma se quedó sin aire un momento por el impacto y cerró los ojos porque sentía que todo daba vueltas a su alrededor. Los abrió al sentir la hoja del cuchillo hundirse en la parte baja de su abdomen, entonces llevó las manos al rostro de su atacante y le clavó las uñas con todas sus fuerzas en las mejillas, haciendo que gritara de dolor y se apartara un poco. Pero Emma no la soltó hasta que llegaron los guardias y se las llevaron a ambas a la enfermería.