𝐶𝑢𝑎𝑟𝑒𝑛𝑡𝑎

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Emma dejó en vaso vacío sobre la mesa de noche y cerró los ojos un momento. Habían sido tan grandes los esfuerzos que había hecho por recordar, que le dolía mucho la cabeza y nada de lo que había hecho había funcionado. Se sentía como si estuviera armando un rompecabezas y le faltaran piezas, mientras no las encontrara, no podía conseguir una imagen clara. Shin Hye golpeó suavemente en la puerta y se asomó.

—Hola —la saludó.

—Hola —Aunque Emma no recordaba todavía cómo la había conocido, Taehyung le había contado que eran amigas y que estaban juntas en el momento del accidente—. ¿Cómo estás?

Shin Hye entró en la habitación y levantó el brazo para mostrarle el yeso.

—Mejor, aunque es muy incómodo tener esto.

—¿Y ya te puedes ir a tu casa?

—Sí, se supone que me darán salida hoy mismo.

Emma asintió, ella también quería irse, aunque se suponía que debía esperar, pues todavía no estaban seguros de que no tuviera otras consecuencias del accidente, además de la pérdida de memoria.

—¿Y tú, cómo te sientes? —Shin Hye se acercó y se sentó junto a la cama.

—Nada bien. No soporto el dolor de cabeza y eso de no recordar nada de los últimos meses es horrible.

—Imagino que debe ser así, pero tampoco puedes obligarte a recordar. En algún momento vas a recuperar todos tus recuerdos, pero debes tener paciencia mientras vuelven.

Emma sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas, se sentía tan frustrada y sin saber qué hacer.

—Ese es el problema, que no tengo paciencia y que no sé qué voy a hacer cuando salga de aquí.

—¿Vas a volver con tu abuela?

—Realmente no quiero hacerlo, ella parece seguir estando enojada conmigo y yo... siento que es mejor que regrese con Jungkook.

—Entonces vuelve con él.

—Aún no recuerdo nada de nosotros y creo que ambos nos sentimos un poco raros.

—Él puede ayudarte a recordar, pero te repito que debes tener paciencia y tomarte tu tiempo.

Emma asintió, pensando en que Shin Hye tenía razón, pero seguía sintiéndose muy ansiosa por recordar. Unos momentos después, apareció su abuela.

—¿Cómo estás? —preguntó, desde la puerta.

—Igual que antes —respondió Emma, y suspiró.

—¿Ya te van a dar salida?

—Tal vez mañana.

—¿Y vas a regresar conmigo?

—¿Quieres que regrese a tu casa? ¿No estás muy enojada conmigo porque ahora soy una sinvergüenza, según dijiste?

Abigail se recostó en el marco de la puerta y cruzó los brazos.

—Me cuesta perdonarte por lo que has hecho, pero sigues siendo mi nieta y estoy preocupada por ti.

—Yo creo que es mejor que regrese con Jungkook.

—De verdad me gustaría saber qué fue lo que te hizo, ¿por qué al conocerlo te convertiste en alguien que nunca creí que llegaras a ser?

Emma la miró con atención.

—Yo tampoco lo sé muy bien.

—Si al final cambias de opinión y quieres venir para mi casa, solo llámame.

𝐈𝐦𝐩𝐥𝐚𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞 || 𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora