𝑇𝑟𝑒𝑖𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑒

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Emma miró la hora y pensó en enviarle un mensaje a Shin Hye, para decirle que llegaría un poco tarde. Habían quedado en verse para ir a comprar algunas cosas, pero Emma había tenido que ir a acompañar a Yi Hwan a un chequeo médico, ya que Jungkook había ido a encargarse de algún asunto de la organización.

—¿Y qué le dijo el médico, señor Jeon? —preguntó, en cuanto lo vio salir del consultorio.

—Dijo que la herida había sanado muy bien y me quitó los puntos —respondió Yi Hwan—. Si quieres, puedes llevarte mi auto, Hoseok va a pasar a recogerme porque tenemos una reunión con Seokjin. Más tarde iría por él a tu casa.

Emma sacó las llaves del bolsillo y se quedó pensando en que no tenía nada de malo pasearse por Seúl en el Audi R8 Spyder de Yi Hwan, así que asintió.

—Está bien, pero voy a encontrarme con Shin Hye, ¿pasa algo si lo llevo?

Yi Hwan sonrió y se encogió de hombros.

—No pasa nada, llévalo a donde quieras, aunque ten cuidado, es mi auto favorito.

Ella hizo una breve inclinación.

—No debe preocuparse, lo cuidaré como si fuera mío.

Salieron del hospital y en ese momento, Hoseok se estacionó en la acera de en frente. Yi Hwan se detuvo en la acera y miró a Emma con agradecimiento.

—Gracias por acompañarme hoy.

—No hay problema.

—Nos veremos más tarde.

—Cuídese, señor Jeon.

Yi Hwan pasó la calle y subió al auto de Hoseok. Emma fue al estacionamiento y sacó el auto lo más rápido posible para irse, no era bueno hacer esperar a Shin Hye. Cuando llegó, ella ya estaba en el lugar donde habían quedado de encontrarse, y la miró con cara de pocos amigos.

—Se te hizo tarde.

Emma resopló y se puso el cabello sobre el hombro izquierdo.

—Lo siento, estaba con el señor Jeon en el hospital.

Shin Hye miró el auto con el ceño fruncido.

—Pues no te fue nada mal, si hasta te prestó esa super nave.

Emma sonrió.

—Creo que voy a comprar uno igual, siempre he querido un auto de esos.

Shin Hye sonrió también.

—Excelente elección, aprovecha el dinero que te dejó tu padre. Yo haría lo mismo si el mío me hubiera dejado algo que no fuera deudas.

Emma la tomó del brazo.

—Vámonos y en el camino me cuentas qué pasó con tu padre.

Subieron al auto y arrancaron. Emma encendió la radio, aunque la puso a bajo volumen para poder escuchar a Shin Hye, que le contaba la historia de cómo su padre las había dejado, a ella y a su madre, por irse con otra mujer. Se detuvo en un semáforo en rojo y aprovechó para mover un poco el retrovisor, pues no podía ver muy bien hacia atrás. Se distrajo un poco en eso y no vio el auto que se acercaba a toda velocidad hacia donde estaban. No podía transitar en ese sentido por esa calle, aceleró todavía más y cuando ella lo vio, ya no podía hacer nada, cerró los ojos antes de sentir el impacto y después perdió la consciencia.

Jungkook terminó de contar el dinero que le habían entregado en una de las casas de apuestas ilegales de su padre. Lo guardó todo en una maleta y salió de aquel poco agradable lugar, mientras pensaba en llamar a Emma en cuanto pudiera y decirle que salieran a cenar a un restaurante nuevo que había visto en la mañana. Jimin le abrió una de las puertas de atrás del auto para que dejara la maleta y subieron para irse. Estaba a punto de arrancar, cuando recibió una llamada.

𝐈𝐦𝐩𝐥𝐚𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞 || 𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora