𝐷𝑖𝑒𝑧

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—¿Estás seguro de que es aquí? —preguntó Jungkook.

Hoseok asintió.

—Claro que sí, aunque no sabemos si la señorita Song está en casa.

—Déjenmelo a mí —Ruby tomó su bolso y comenzó a caminar hacia la puerta de la casa. Timbró una vez y llamó a la puerta. Le abrió una mujer de unos cincuenta años—. Buenas noches, señora, estoy buscando a la señorita Song Shin Hye, ¿vive aquí?

La mujer la miró de arriba abajo varias veces y después dio media vuelta.

—¡Shin Hye! Te están buscando.

—¿Quién es y qué quiere? —le respondió otra voz, también gritando.

—Ya oyó.

Ruby respiró profundo, comenzaba a ver que sería difícil hacer que la señorita Song hablara, pero no podían dejar de intentarlo, de manera que se armó de paciencia.

—Soy Ruby Everard —gritó—, necesito hablar con usted de un asunto delicado.

Escuchó una serie de ruidos que no sabía a qué podían corresponder y poco después, Song Shin Hye apareció en su campo de visión. Debía tener más o menos su edad, tenía el cabello largo y liso de color castaño, con algunos mechones rubios. Estaba un poco despeinada y por lo que pudo ver, no esperaba recibir ninguna visita, pues tenía puesta una bata de seda y estaba descalza. La miró con el ceño fruncido.

—A usted no la había visto nunca. ¿De qué va a querer hablar conmigo?

Ruby se acercó un paso.

—¿Le suena el nombre de Park Hyungsik?

Al mencionarlo, la chica palideció y abrió mucho los ojos.

—No sé de qué me habla.

Pero Ruby ya sabía que le estaba mintiendo y por su reacción, se dio cuenta de que sabía mucho, tal vez más de lo que hubieran pensado en un principio.

—De que usted hable conmigo depende que volvamos a ver al señor Park, es muy urgente.

Ella se puso todavía más nerviosa.

—No, yo... le repito que no tengo idea, ni siquiera conozco al tal señor Park... ¿Cómo me dijo que se llamaba? Hong... algo. Es mejor que se vaya.

Entonces cerró la puerta. Jungkook había estado observando la escena, oculto en el parque que había frente a la casa, pero en ese momento salió de donde estaba. Hoseok y Jimin salieron también y se acercaron.

—¿Está todo bien, señorita Everard? —preguntó Jungkook.

Ella asintió.

—La señorita Song dice que no conoce a Hyungsik, pero yo creo que me está mintiendo.

—Si no quiere hablar, ¿qué vamos a hacer?

Ruby lo miró, alzando las cejas.

—¿En serio me está preguntando eso?

Jungkook frunció el ceño.

—Sí, ¿qué se supone que hagamos si no nos colabora?

—Para mí es bastante obvio. Todos ustedes deben estar armados, ¿no es así?

—No estará diciendo que...

Ruby asintió.

—Se supone que el mafioso aquí es usted, debió ocurrirsele primero.

Shin Hye abrió la puerta de nuevo y se quedó mirando a Jungkook.

—Jeon Jungkook... —murmuró en voz baja.

𝐈𝐦𝐩𝐥𝐚𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞 || 𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora