Recordar [FINALIZADA]

Capitulo 35

Izuku se retuerce. Shoto lo mira.

Su mente lo lleva a otro lado. En un parque.

- Mami... - la peliverde da vuelta enfocando su mirada en su hijo. - Me manche... con chocolate... perdón... lo siento, mami. - comienza a llorar.

- no... tranquilo, bebé... no importa.- lo abraza y después le saca la remera. Y le sonrie calidamente, tranquilizando al menor.

- Mami... lo siento. - repite e Inko le pone otra remera que saca de su bolso. Le acaricia la cabeza.

- Ve a jugar con tus amigos... no importa. - le sonrie y se va a jugar.

Una oscuridad aparece y se vuelve a iluminar.

Esta vez estaba al lado de Bakugo que lleva un uniforme y ve que el lleva el mismo, van los dos caminando.

- Oye, Deku... - el rubio lo llama y el mencionado lo ve.

- Se lo que diras... Sho-chan no es una persona que le guste el lujo, así que espero que le agrade su regalo. - sonrie cuando llegan a un lugar y entran.

- No entiendo como siguen juntos. - murmura.

- Porque nos amamos. Kacchan- le sonrie y ve como el pelicenizo vira los ojos. - Algún día te enamoraras y lo entenderás. - pone su dedo en el mentón. - de hecho quisiera ver eso, vos enamorado... - se rie. Y ve como el pelicenizo le da un golpe en la cabeza.

Cuando están dentro del lugar, Izuku pide ayuda para buscar libros de cierto escritor y lo guían, agarra uno, uno que desea Shoto. Camina y busca a su amigo, que mira con intensidad un libro, ve que lo agarra y comienza a leerlo.

Izuku lo asusta cuando apoya la mano en su hombro y le saca el libro de las manos del pelicenizo, este chasquea, lo pescaron en plena lectura.

- ¿Te gusta? - Izuku mueve el libro en su mano.

- Tks, que dices... es un estúpido libro. - el pelicenizo da vuelta. - te espero afuera.- se va.

Izuku al salir le sonrie y le entrega el libro que estaba leyendo Bakugo.

- A mi no me engañas, Kacchan... - ve el rostro con un leve sonrojo por parte del pelicenizo.

Unas horas después.

Cuando llegan, Shoto despierta a Izuku suavemente, llamandolo por su nombre y acariciando su rostro, como lo hacía hace mucho tiempo.

Lo escucha murmurar, parpadea y se ven.

— Llegamos. — pronuncia suave — ¿Estas bien?... parecias que tenias pesadillas pero despues te tranquilizaste... quise levantarte..— se miran.

— Esta todo bien... sólo eran sueños o pesadillas. — lo ve al al bicolor. — No importa. — Salen del auto.

Llevan todo adentro de la casa, dejan los autos estacionados a la vista, descansarian y si quieren podrian ir a la playa despues o salir a la noche a algun boliche.