Capitulo 41

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Se levantaron tarde ese domingo, Shoto miraba a Izuku dormir, se habia despertado hace un ratito, pero no quería levantarse, porque estaba cómodo, se sonrojo al recordar la apasionada noche y sonrio.

Tetsutetsu daba ronquidos leves y Kirishima se despertó, se rio, y comenzó a moverlo un poco.

- Cariño, hora de levantarse. - dijo suave.

- Mmhh... cinco minutos más. - susurro y abrazo a su pareja, dormirian un poco más.

Nejire habia llegado a la madrugada como el otro día, un rubio le insinuó algunas cosas y se fue con él, salió del departamento caminando rumbo a la casa de Kirishima.

Sono su celular y contesto.

- Hola Nejire... ¿Como estas? - una voz alegre le preguntaba, era Mirio, sonrio al escucharlo.

- Hola Mirio.... estoy bien, y vos? - continuó la charla durante el camino a casa.

Nejire estaba feliz, y le contó como lo estaba pasando en la playa omitiendo algunas cosas, y el rubio confesó que le hubiera gustado ir.

Keigo y Natsuo tambien la estaban pasando bien, hace mucho tiempo no pasaban tiempo juntos y está oportunidad les encantó a los dos. La casa estaba bien, el clima era perfecto y la comida era deliciosa.

- No me quiero ir... - dijo el rubio tendido en la cama.

- yo tampoco pero Hay que volver. - Natsuo se acomodó en el pecho de Keigo. Y pensó. - ¿Crees que nos les caiga bien la noticia que le diremos?

- No importa lo que opinan... ya estamos juntos y es lo que más quería... - le acaricio el cabello.

Tamaki estába mal, fue al restaurante el mismo día que tuvieron la cita pero estaba cerrado, con un cartel que abririan el lunes, Mirio tampoco lo llamo o le envió mensaje.

Era temprano, Tamaki salió a caminar, no le contó nada a su padre para no preocuparlo. Aunque las palabras sinceras de Mirio le dolían, tenía razón, no se conocían lo suficiente y el se apresuró en proponerle algo tan rapido.

Se le ocurrió una idea al caminar, había una cafetería donde mayormente iba con su padre o con personas con quienes trabaja.

Vio que estaba abierta y entró, se sento, esperando, una chica muy amablemente lo atendió y espero. Deslizo su mirada al lugar, había gente, y cruzó mirada con alguien que conocía.

Esa persona se levantó, y se acomodó en la silla, haciéndole compañía.

- Hola Tamaki. - sonrio el de cabello purpura.

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