Recordar [FINALIZADA]

Capítulo 22

Cuando llego a casa estaba oscuro, eso decia que nadie habia llegado, dejo las bandejas en la heladera y se fue a su cuarto.

Miro entre sus fotos y no habia ninguna de cierto chico bicolor. ¿Cómo se llamará? Ni siquiera le habia preguntado su nombre.

Suspiro, vio en su escritorio una cajita, la abrio, vio superficialmente que tenia fotos de Inko y de él, cuando niño. Registro todo, unos cajones debajo del escritorio, vio que tenia unos papeles, un titulo secundario, folios y más. Quiso abrir el otro cajón, pero tenía llave, asi que la dejo de lado.

Vio su armario y no habia más que ropa.

Se hecho en la cama y se quedo dormido. No sintio cuando su madre y Bakugo llegaron.

— Se quedo dormido. — le informa el pelicenizo a Inko. Se habia ido a fijar el cuarto.

— Que bueno, que descanse. — saca de la heladera la comida.

— Si... señora Inko, me llego un mensaje del trabajo de Deku. — Bakugo saca de un mueble, platos, se lo da a Inko y se acerca a un cajón, lo abre, saca cubiertos.

— ¿Qué te dijeron? — pasa la comida a los platos y los calienta en el microondas.

— Dijeron que lo esperaran, un tiempo. — le comenta a la mujer y se sienta. — uno o dos meses, para ser exactos.

— Umm aun es temprano para que vuelva... — murmura la mujer y aprieta el botón del aparato, ya con la comida dentro. — Necesitara que alguien este encima de él, para que le explique y vuelva a su rutina...

— Si... — suena el celular de Bakugo, le llego un mensaje, lo lee y hace una mueca.— Tks...

Suena el microondas e Inko pone su comida y cuando esta en la mesa.

—¿Qué pasa? — pregunta al ver la cara del pelicenizo.

— Los chicos que están alquilando en el departamento, están llamando a Izuku y como no responde, me llamaron a mi. Dicen que este mes no paso a pedir el dinero. —  le resume el mensaje.

— Es verdad... Izuku me dijo que los primeros días del mes pide el alquiler. — murmura la mujer. — ¿Quieres que vaya?— mira al esposo de su hijo.

— Eso seria genial... yo no quiero ir.— mira a Inko, y ve compresión en su mirada.

— Ire mañana. —  le dice y comen en tranquilidad.

Cuando terminan la señora lava los platos y Bakugo se cepilla los dientes.

Mañana sera un nuevo dia, se van a dormir.

Al dia siguiente, un día nublado con probabilidades de lluvia, Enji, tiene varias reuniones y la ultima es la más importante, donde estará presente Hiriko Shindo.

Cuando la ultima Reunión se asoma, termina en firmas, apretadas de mano y palmeadas en el hombro. 

— Señores, ¿Qué les parece una comida, antes de irse a casa? — les sonríe a sus compañeros que aceptan gustosos tal ofrecimiento.

Cuando llegan a ese lugar son bien recibidos, un chico rubio les abre la puerta, caminan por  esas porcelanas blancas con un toque de gris, llegan a una mesa que esta con un lindo mantel, todos los cubiertos y vasos están en orden. Mirio les entrega la carta y pide permiso cuando ve que alguien de las mesas cercanas pide la cuenta. Y llega otra persona a atenderlos.

— Buenas tardes. — Saluda Nejire con una sonrisa, viendo como las personas se sientan y la ven. — ¿Qué les gustaría para comer? — saca un cuaderno y una lapicera.

— Dime, preciosa... Tu vienes incluida. — la chica se sonroja y niega con timidez.

Escucha que se ríen y proceden a pedir.

Mirio ve que su amiga esta avergonzada y no duda en abrazarla, se retiran. El rubio ve de reojo a un chico de cabellera oscura, que lo esta mirando y desvía la mirada a otro lado, apenas hace contacto visual.

Shoto y Kirishima están entregando los platos, Melissa lo ve, sonriendo mientras anoto otro pedido y lo deja a domde siempre, MIrio, fue quien dejo pasar más gente y pronto se fue llenando, hasta ahora las cosas se manejaron con tranquilidad.

O eso pensaron.

La "pareja" que les gusta a Melissa y a Nejire, estaban entregando la comida, Shoto sintió que le agarraban la muñeca, -¿Por qué siempre me pasa lo mismo?- Suspiro pesadamente.

Vio quien era. Se quedo horrorizado.

¿Por qué vendría él?

Miro quienes estaban en la mesa y los reconoció a todos.

— Hijo... ¿Qué haces trabajando aquí?—  el hombre parecía preocupado pero era todo actuación.

-¿No es obvio?- contesto Shoto en su mente. 

— Estoy ocupado — se soltó.

— Nos vamos. — exigió con su voz de Alpha, Hiriko, quien observa la escena e hizo estremecer al bicolor. Agarro a Shoto. — Me estas... nos estas poniendo en ridículo.—  el hombre lo miro enojado. 

Podia ver como los acompañantes de su padre murmuraban sin quitarle las miradas, se soltó de Hiriko y se fue a la cocina. Aunque a su futuro esposo no le gusto esto y lo siguió.

— ¿Qué mierda te pasa? —  comenzo.

— Nada... ustedes me están molestando en mi trabajo. — contestó. — Váyanse.

— No, tu padre nos invito a comer.

El viejo ya lo sabia, apretó sus manos.

— Tu no tendrías que estar aqui... este sector es solo para empleados. — lo miro y salió de la cocina. Se fue directo al baño.

— ¡Shoto! Shoto... — dijo enojado por el trato que recibió, vio a su alrededor, había gente que estaba cocinando y echando una mirada hacia tal escena. Chasqueo la lengua y salio.

Se lavo la cara. Y dijo una maldición.

— ¿Una mala noche? — escucho a su lado.

Continuará...