Recordar [FINALIZADA]

Capitulo 46

Izuku llego al lugar, se sento y espero. La persona lo atendió bien, le dijo que en aproximadamente en 2 o 3 meses estaría el trámite.  - Eso es mucho tiempo. - pensó.

Hasta que finalmente aceptó y esperaría esos papeles, para ponerle fin al matrimonio que tiene con Bakugo.

Iría directo a la casa de Shoto.

El bicolor se despertó y comenzó su rutina diaria, se baño, cambio e hizo el desayuno, buscaria empleo al terminar. Sus nuevos inquilinos eran bastantes callados y silenciosos.

Cuando el timbre se escucho, Shoto se levantó de la silla y abrió la puerta.

— Hola, Shoto. — pronuncio un pelinegro, con una bolsa de facturas en mano. El bicolor lo dejo pasar.

— Hola Inasa. — cierra la puerta y le ofrece desayuno al mencionado, este asiente y comienzan a hablar.

— Me voy dentro de unos dias... — mira al omega. — y quería despedirme...

— Espero que te vaya bien... realmente lo mereces... — tomó un sorbo de su té y mira que el azabache juega con su mano. — ¿Quieres decirme algo más?

— Ese chico el de cabello verde... él... — mira a Shoto, que baja la mirada y aprieta la taza con sus manos. Eso lo confirmaba.

— Inasa... siento haberte ilusionado... no debí... — mira la mesa. — No debí jugar con tus sentimientos... vos siempre fuiste sincero conmigo... y yo... sigo aferrado a alguien de mi pasado.

— Debí notarlo... siempre me ponías un alto... y cuando me llamaste para el cumple de tu hermano... pensé que era por otra cosa.... — extiende su mano hacia la mano del bicolor. —  Como me hubiera gustado que me amaras a mi... sería tan feliz...  — le sonrie tristemente, que a Shoto se le forma un nudo en su pecho.

Si no hubiera conocido a Izuku antes... Capaz Inasa sería un buen candidato.

Unos minutos más se quedan hasta que dan las 9am, Inasa tiene que volver a su trabajo y Shoto tiene que buscar uno.

— Shoto... cualquier cosa que necesites... tienes mi número, háblame cuando quieras. — se abrazan en la puerta y toman distancia. Inasa se queda agarrando las mejillas del bicolor. — Shoto... ¿Podría darte un último beso?

Lo duda por unos segundos y termina aceptando. Puede sentir la lengua invadir y recorrer su boca, cierra los ojos, correspondiendo al beso.

Al terminar se despiden y cuando el omega está por cerrar la puerta, siente que lo acorrala un alpha con una mirada furiosa de color esmeralda. Parece que vio algo que no le gustó para nada.