Capítulo 54

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Los días pasaron.

Así como la puerta principal de esa casa, se cerraba con bruscalidad en su cara, Shinso pasaba para hablar con Izuku pero éste siquiera lo escuchaba.

En una de esas oportunidades puso su zapato entre la puerta y el marco, impidiendo que se cierre, aunque le dolía esa alocada acción.

Tenía que decírselo.

Se enteró por fuentes confiables, que el chico bicolor ya no estaba en ese país.

Pero estaba Izuku, esperaba poder hablar con él.

¿Qué quieres? No me molestes. — dice con molestia, abre la puerta y empuja suave al otro alpha. — ¿Por qué no te vas de una vez? ¡Vete de una vez con tu esposo! — dice furioso.

ah... — Shinso sonrie, es momento de decirselo. — ¡Shoto nunca fue mi esposo, idiota!

Ve al peliverde más calmado y abre la puerta a la par.

¿De qué mierda hablas? Vimos ese papel, la boda, todo... — el pelicenizo se acerca al escuchar eso.

Todo fue falso... todo. — Mira fijo al peliverde y recalca lo último.

Saca de su bolsillo su celular, busca y reproduce una grabación.

Se escucha unas voces...

Y una de ellas corresponde a su madre.

Inko Mirodiya.

En la oficina se escuchaba una discusión donde los involucrados eran  Enji, Natsuo y Touya Todoroki.

Sino tienes nada que ocultar dame ese título de propiedad. — exige el hijo mayor.

¿Por qué debería hacerlo? — Enji alza una ceja. — Retirense.

— ¿Cuánto tiempo piensas hacer esto? — Natsuo da un golpe fuerte sobre ese escritorio.

Eso no les importa. — hace girar su silla, dando la espalda a sus hijos, mira el hermoso atardecer. — No se olviden venir mañana a trabajar.

— ja ¿Por qué deberíamos? — Touya  se rie.

Natsuo no es necesario decirlo... pero vos Touya... ¿Donde está tu omega? — gira la silla, conectando la mirada con su hijo, con una risa al final. — ¿Será que está en Argentina? Tu regreso sólo confirmó donde se estaban ocultando... — alza su dedo, levantándose. — y ya envíe a gente a visitarlo.

Touya sintió impotencia, apreto sus puños mirando furioso a su padre, agarró su celular y llamo a Tomura.

No atendia...

Llamo varias veces.

Llamo a Eri, a la madre...

Pero nada.

— ¡Maldito, maldito viejo! — exclamó enojado, apuntó de darle un puñetazo a Enji. Pero Natsuo lo agarro, llevándose de ese lugar.

Vamos... Tranquilo... Touya. — lo arrastró al ascensor.

Con mi familia, que ni se lo ocurra meterse... ese maldito... te juro que no me controlo... sería capaz de...  — en el camino al departamento de Natsuo.

Intentando tranquilizarlo.

Veía como llamaba a su pareja, hasta que finalmente Touya escucho la voz de Tomura, pero lo escucho debil, y parecía estar llorando.

Nos... nos encontró... — jadeo y continuó. — Se llevaron a Eri... y... — el omega se detiene cuando escucha la puerta de su departamento  y se acerca rápido, abre, se encuentra a su hermana golpeada. — Eri... ¿Pero qué te hicieron? — toca el rostro lastimado.

Touya es testigo del llanto de su omega y se le oprime el corazón.

Después de unos minutos Tomura corta, le dice que llamara a una ambulancia para Eri, cuando esté mejor la menor se irán a otro país. Touya asiente, es una buena decisión.


Una tensión en el ambiente del hospital, entre una beta y un alpha, Iida intenta acercarse a su esposa pero la castaña sólo evita su contacto tanto visual como física.

No te quiero cerca, Tenya... y tampoco de mi hija. — clava la mirada en el chico de cabello oscuro. Éste niega con la cabeza.

Es mi hija, Uraraka, no puedes prohibirme eso...

Ambos tienen el ceño fruncido, ninguno da su brazo a torcer y es la beta quien habla.

Entonces... entonces quiero el divorcio.

El alpha comienza a expandir sus fermonas, esas resultan amargas y la beba comienza a llorar, la madre se acerca y comienza a cantar.

Cuando Shota llegue a pesar aproximadamente los 4 kilos, se podrá ir, junto a Uraraka.

Tenya sale enojado.

Era mentira que su hotel no tenía problemas, los tenía pero se resolveian a los pocos días. A Tensei no le agradó la idea de que las personas de renombre vinieran a su hotel por las cosas que pasaban sólo por las noches.

Enji le había metido esa idea en la cabeza. No, no sólo eso, fue el pelirrojo quien trajo a una persona con distintiva cola y orejas, con un collar de cuero en su cuello, ropa atrevida que era cubierta con un abrigo extremadamente largo, que le llegaba a las rodillas, que también cubría su cabeza.

Después de esa persona vinieron más y no supo como ponerle pausa. Ya estaba metido y atado de manos.

No pudo olvidar algo, que marcó su vida, que fue cuando uno de ellos tuvo una sobredosis y murió en sus brazos al intentar salvarlo.

Veía como ese chico de cabello rubio con puntas rojizas, y ojos caramelo, dejó de respirar, con una sonrisa al final, y dijo.

Seré libre. — el chico lagrimeo, y cerró sus ojos.

Esa noche fue Tensei quien abrazo con fuerza a Fuyumi, no queriendo que lo suelte, mientras sollozaba sin ser escuchado.

El de cabello oscuro vio a quien estaba frente suyo, un chico con mirada seria y un maletín a un costado.

¿Usted es Tensei Iida? — el mencionado asintió. — Me presento soy Denki Kaminari, soy abogado y vengo a hacerles unas preguntas sobre unas personas que tienen orejas y cola. ¿Usted sabe algo al respecto? — extiende la mano, que es correspondida, escanea la expresión del hombre.

Separan las manos.

— Hablemos en privado.

Menciona el azabache.

- Al fin... al fin podre decir la verdad. - piensa Tensei.

Si va a caer, llevará consigo a Enji Todoroki.

Y a todas las personas que vio.

No por nada saco fotos y grabó.

Continuará...

Recordar [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora