Recordar [FINALIZADA]

Capítulo 52

Tamaki veía a un Shinso que estaba serio.

— ¿Querías decirme algo? — pregunto el pelinegro al sentarse en esa cafeteria.

— Si... — respiro y continuó. — Si tuvieras una pista de algo... que separó a dos personas que se aman, o se amaban... ¿Qué harías?

Tamaki se queda pensando, en la respuesta, ve a su alrededor... ¿Por qué le importaría su respuesta? No es alguien que pueda aconsejar...

— Se lo diria a esas personas que fueron separadas...— mira a Shinso que sonrie ante eso, de manera pensativa, tantea sus dedos en la mesa y continúa. — ¿De quiénes se trata?... bueno, digo si quieres decírmelo sino no hay problema. — dice apenado después.

— No puedo ocultarte nada a ti. — el omega siente su cara arder y baja la mirada, Shinso sonrie y habla seriamente.  — Se trata de... Shoto Todoroki e Izuku Mirodiya...

— Shoto... — Tamaki lo conocía, en esas reuniones tuvo la dicha de conocer a ese chico, era totalmente diferente a lo que se esperaba de un omega. No le importaba quien fuera, le ponía los puntos a cualquiera y eso incluía a Enji, Rei... y muchas personas más.

Tamaki se sintio agradecido al conocerlo. Para él cambio demasiado el significado de Omega.

— Lo conoces...— el alpha entrecerro los ojos con duda. — ah... ustedes se reunían seguido en comidas y reuniones...

— Si... no era muy cercano a Shoto, pero... es una buena persona... en más de una vez me ayudó, así que lo admiro... — le brillan los ojos al terminar. — Y si tienes esas pruebas ayudalo...

— Eso haré...

Shoto miraba a ese pequeño cuerpo que tenía unos tubos conectado en todas partes, se sintio mal verla así, se veía tan frágil. Se acerco un poco más y acarició los cabellos poco notorios de la pequeña "Shota". Uraraka había decidido el nombre, y pidió que le mantuviera informada de su pequeña.

Le dio un besito y salió, mientras unas lágrimas salían de Shoto, su espalda se deslizó por esa amplia pared blanca, quedándose sentado, se ocultó con sus rodillas y se hundió en ese profundo llanto.

— ¿Todoroki Shoto? — escucho que lo llamaron, este levantó la vista y vio a una persona con guardapolvo blanco y unos anteojos, era el doctor que lo atendió.

Cuando Shoto perdió a su bebé.

Balbuceo sin poder hablar y terminó asintiendo.

El doctor creyó haber visto esa cabellera tan distintiva.

— Ven, te daré un...— Shoto se levantó y abrazo al hombre, éste se sorprendió. — Tranquilo... — acarició el cabello bicolor. — Escuche que viniste con una amiga...

— Si... acabo de ver a su bebé. — se separa y el doctor se queda agarrando las mejillas del menor.

El doctor no podia imaginar el dolor que estaba sintiendo ese chico.

El peliverde justo pasaba por ahí para comprar algo en la máquina expendedora, le comenzaba a dar hambre al igual que a todos, no esperaba ver tal escena, y mucho menos estar escondido.