Capítulo 57

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A la mañana siguiente, Izuku tocaba el timbre donde estas vivia con Shoto,  Hanta abrió la puerta, dejándolo pasar y el peliverde vio con nostalgia el departamento, se sento.

Buenos días... Hanta.— lo saluda con un apretón de manos.

Buenos días... — le sonrie el pelinegro.

¿Qué me querías entregar? —  ve al chico sacar de un cajón unos sobres.

Anoche vino Denki y quería saber si podia tirar ese mueble que está en la entrada. — señala al mueble que está movido.

Claro... pensaba tirarlo desde hace mucho... Pero nunca lo hice. — Izuku se asoma para ver.

Bueno se lo diré... ah... y cuando lo movimos, atrás del mueble habían varias cosas... — extiende los sobres.

Oh... — los agarra y comienza a ver cada uno. — Bueno... sólo son las facturas...

Ve la última carta y la abre, lee con rapidez cada palabra.

Es la letra de Shoto... Pero es del 2016. — susurra doblando la carta. — Gracias...

Hanta sigue con la mirada al dueño del departamento.

El pelirrojo veía correr al cachorro con una pelotita en la boca, ( de la imagen que no me pertenece ) en ese parque.

Eres tan lindo. — agarró al pequeño canino y le acaricio la pancita. — Moro.

Eijiro había salido de casa, su pareja últimamente estaba molesto por el hecho que le negaran la adopción de un niño o una niña.

Él salía con Moro para distraerse y conocer a los vecinos que paseaban en ese parque.

Hola Eijiro. — saludaba alegremente, Monoma, agitando la mano, con su perro dorado, un labrador. — ¿Cómo estás?

Ohh..  Hola Monoma. — le devolvió el saludo, Moro en cambio se acercó al perro y lo comenzó a molestar.

jaja está lindura está jugando. — El rubio agarra a Moro, y éste comienza a lamerle la cara. — jaja no, no. — se rie.

Moro... — Eijiro se rie y se acerca a agarrar a su mascota. — le agradas...

Por supuesto... soy un encantador de perros. — se señala con orgullo. Ambos se ríen. — ¿Te parece si tomamos algo?

Claro. — caminan a la par.

Eri Se encontraba mejor, las heridas iban desapareciendo, pero la peliblanca estaba con los nervios de punta viendo a todos lados, estaba asustada. Aún recordaba lo que le había pasado.

Esos hombres le habian dejado en claro, que era un mensaje para su hermano.

¡¡Esto es tu culpa!! ¡tu culpa! — había exclamado tantas veces, frente a su hermano. — ¡Y también de él! Todo...

A Tomura le dolía escuchar y ver a su hermana así, se acercaba para darle un fuerte abrazo y tranquilizarla.

todo estará bien... nos iremos muy lejos. — decía mientras le acariciaba la espalda.

Tomura nunca penso que sacaría identificaciónes y pasaportes falsos, estaba en el aeropuerto con su cabello teñido de un castaño caramelo con lentes de contacto, su hermana Eri tenía el cabello negro y su madre con un rubio.

Tenía las manos atrás de la espalda, jugaba con ellas.

Hasta que finalmente los dejaron pasar a los tres.

Sabía que no podía enviarle un mensaje a Touya, porque de seguro Enji tendría intervenido el número de su hijo. Así que pensó en otra cosa, una pista que había dejado bien escondido.

Ese lunes a la mañana, Natsuo se despertaba miraba el techo blanco, podía escuchar el ruido que hacia su hermano al momento de preparar el desayuno.

Se sento, se puso las ojotas y camino hacia al baño, primero se lavaria la cara.

Touya... no quemaste o rompiste nada. ¿Verdad?

— Quien crees que soy... yo cocino delicioso... — se escucha el timbre. — ¿Abres?

— Ok... ahhh y quiero huevo frito... que sean dos. — Natsuo levanta dos de sus dedos, con una sonrisa y se va a abrir.

Ve a la persona que esta ahí.

El rubio lo abraza.

Perdón... lo lamento... — solloza en el hombro del chico. — lo siento... debí escucharte...

— Keigo... — susurra y le devuelve el abrazo.

Touya pone la mesa y los tres comen en tranquilidad.

Así que Shinso... Sabía de eso. ¿Pero como? — Natsuo se lleva a la boca un pedacito de huevo.

Pusieron un micrófono en la oficina... tanto Shinso como Enji escuchaban las conversaciones que teníamos ahí. — el rubio dice lo que Shinso le dijo.

Ese maldito. — Natsuo golpea la mesa con fuerza. Touya opina lo mismo y ve la tele prendida pero sin volumen.

¿Ese... ese no es el hotel de Tensei? — Keigo y Natsuo giran.

Fuyumi... — ambos hermanos pronuncian al unísono y buscan sus celulares.

  - En este hotel se realizaban peleas clandestinas. Se... - a la reportera le hacen una seña para que se de vuelta y esta se acerca a la entrada principal del hotel. - Muchas personas apuntaron contra este hombre, Tensei Iida, como la cabeza de todo esto. -

Eso... no puede ser... — dice Touya. — Cambiate, y nos vamos enseguida.

Ojiro miraba el noticiero, repetían la escena varias veces, enfocaban a ese hombre de cabello negro. Tensei Iida.

El rubio bebia su té, intentando recordar esas noches desagrables pero su mente está sumida en otra cosa, y recuerdos borrosos, todo gracias a esas malditas drogas.

Últimamente Ojiro se habia reunido con varias personas, que habían sufrido lo mismo que él.

Pero habia algo que no cuadraba.

Había algo que le inquietaba y fue cuando escucho otra noticia.

  - El reconocido abogado Denki Kaminari fue baleado al salir de su casa. -

El rubio parpadea sin creer lo que escucho, se cambió y salió rápido.

Espera...

Espera que este bien.

Continuará...

Recordar [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora