"La homosexualidad es un pecado. Los homosexuales están condenados a vivir una eternidad en el infierno. Si quisieran cambiar, podrían ser curados de su maldad. Si se alejan de la tentación, podrían ser normales otra vez. Si tan solo lo intentaran con mucha más fuerza, obtendrían resultados... Esas fueron las cosas que le dije a mi Bobby cuando descubrí que era homosexual. Cuando me dijo lo que era, mi mundo se destruyó. Hice todo lo que pude para curarlo de su enfermedad.
Hace ocho meses mi hijo saltó de un puente y, murió. Lamento profundamente mi falta de conocimiento sobre lo que significa ser homosexual o lesbiana. Veo que todo lo que se me enseñó y se me dijo, fue el producto del fanatismo y la deshumanización. Si hubiera investigado más allá de lo que se me dijo; si hubiera escuchado más a mi hijo cuando me abrió su corazón, no estaría aquí parada frente a ustedes llena de dolor.
Creo que Dios amaba el espíritu amoroso y bueno de Bobby. En los ojos de Dios, la bondad y el amor lo resumen todo. No me di cuenta de que cada vez que pedía la maldición eterna para la gente homosexual, cada vez que me refería a Bobby y a esos enfermos y pervertidos que eran amenaza para nuestra sociedad, su autoestima, su sentido del valor; estaban siendo destruidos, y finalmente su espíritu se rompió.
No fue por la voluntad de Dios que Bobby subiera a ese puente sobre una autopista y saltara directamente al camino de un camión de dieciocho llantas que lo mató instantáneamente. La muerte de Bobby fue el resultado directo de la ignorancia de sus padres y el miedo que sentían hacia la palabra homosexual.
Quería ser escritor. Sus esperanzas y sueños no debieron ser arrebatados, pero así ocurrió. Hay niños como Bobby sentados en su congregación sin que ustedes lo sepan. Los escuchan decir "amén" y eso muy pronto silenciará sus corazones. Sus oraciones pidiendo a Dios entendimiento y aceptación, y el amor de ustedes, pero su odio y temor e ignorancia de la palabra homosexual, silenciará esas oraciones. Entonces, antes de volver a decir amén en su casa o en el templo, piensen, piensen y recuerden... un niño está escuchando" (3).
Puse pausa a la película, aunque casi se terminaba. Mi madre me lo pidió para ir por un par de pañuelos para limpiarse las lágrimas. Sabía que después de aquellas conmovedoras palabras de la madre de Bobby, me esperaba un extenso confesionario y al mismo tiempo consejos y palabras de aliento, y no solo a mí, sino al Batto también, que pasó toda la película con su cabeza recostada sobre mi hombro.
—Tu mamá es muy tierna —comentó soriéndose—. Si mi papá viera esta película, nos manda a cortar el servicio de internet.
— ¿Cómo sabes? Él te dijo que te apoyaba, ¿no? Entonces si la ve, solo reforzaría el amor que siente por ti.Negó con la cabeza al tiempo que esbozó una sonrisa nostálgica y resignada. Batto sabía que su padre le ofreció su apoyo, pero también sabía que el matrimonio que llevaba con su madre, era tan complicado, que no le permitiría a él demostrar el amor que le tenía a su hijo a pesar de no ser lo que ellos esperaban. A diferencia de ellos, a mi madre le bastaba con saber que era un buen hijo y que hacía todo con amor y por amor, ella podía estar segura de mis pasos, pero no sabía lo que hacía después de las funciones del Ubulili.
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Yo, Erróneo
Action[Primer acto de la serie: Ubulili]. Desesperado por su situación económica, por la responsabilidad de cuidar y mantener a su madre convaleciente y a su pequeña hermana, Robin se encuentra viviendo sus desventuras en su nuevo empleo como artista de u...