[Primer acto de la serie: Ubulili].
Desesperado por su situación económica, por la responsabilidad de cuidar y mantener a su madre convaleciente y a su pequeña hermana, Robin se encuentra viviendo sus desventuras en su nuevo empleo como artista de u...
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"Tal y como se tenía previsto para este siete de noviembre, la audiencia final del imputado Robin Araya por el delito de homicidio, se está llevando a cabo dentro del Tribunal de Justicia de Fang. La Fiscalía no ha dado detalles de la investigación a la prensa, ha clasificado el caso penal como un asunto de estado, lo que ha ocasionado dudas entre la población. Vecinos cercanos al lugar del asesinato en el barrio Taitao del municipio de Catlán, han comentado haber visto a Servicios Periciales en el lote durante todos estos meses, por lo que les hace pensar que la investigación todavía sigue en curso. Recordemos que esta es la segunda vez en lo que va del año, que el barrio Taitao se encuentra en las portadas de los periódicos y en las noticias nacionales. Anteriormente, se dio a conocer la detención de Ariel Bravo Murillo, quien fue acusado de apuñalar a un joven en la entrada del barrio. Días más tarde se reveló la declaración de la víctima, quien desmintió que hubiera sido su jefe. Esa es toda la información que tenemos por ahora. Sigan en sintonía para la ampliación de este curioso caso en el estado de Fang".
Mi hermano Tadeo dijo que los periódicos y las noticias se llenaron de mi caso y mi cara apareció en cada esquina del país. En esos tiempos la gente ya no solía leer el periódico o ver la televisión, pero de todos modos, las redes sociales no se quedaban atrás y comencé a ganar popularidad, justo como no quería que pasara. Sabía y llevaba claro que la viralización de mi caso dificultaría mi proceso de reintegración a la sociedad, y sobre todo, mi tarea por recuperar mi vida y mi dignidad.
Ahí estaba yo, con las manos esposadas y vendadas, y un corte profundo en la frente que el enfermero penitenciario no atendió. Estaba ahí, en medio de un salón enorme rodeado de gente con altos cargos en el organismo. Jueces, el fiscal general y hasta el procurador. Las puertas permanecían cerradas, nadie sabría lo que ocurriría porque entonces los jueces dijeron que se había convertido en un secreto de estado. Yo no entendí por qué, hasta que mi audiencia dio inicio aquel siete de noviembre, justo un mes antes de que todo se fuese otra vez a la mierda el día de mi cumpleaños... —De pie para recibir a los jueces, por favor —dijo la secretaria de sala, a lo que todos obedecimos al instante.
Finalmente, pude escuchar la voz de uno de los jueces, quien se pronunció para recordarme por qué estaba allí. Para recordarme cuál era el delito que se me imputaba para luego profundizar en las razones sobre el asesinato de Julio Corona. —Siendo las dieciséis horas del siete de noviembre del año dos mil diecinueve, damos inicio a la audiencia de Robin Mateo Araya Celis, imputado por el delito de Homicidio Voluntario de Julio Camilo Corona Martín, alias "El Juco", quien era investigado por la fiscalía por los delitos de narcotráfico, tráfico de armas ilegales y robo a mano armada, efectuado en grandes farmacias del país... —dijo, antes de golpear el mazo contra la base.
Volteé hacia el lado para ver a Tadeo, necesitaba sentirme tranquilo. Los nervios, la incertidumbre y el miedo se estaban apoderando de mí. Estar al lado de mi hermano en un juzgado, era para mí una situación vergonzosa. Pensar que pasé de no saber nada de él por catorce años a tenerlo como mi abogado en una audiencia por homicidio. — ¿Quién comparece por parte de la fiscalía? —Preguntó otro de los jueces. —Fiscal Álvaro Rafael Medina comparece. —Y por la defensa... —Tadeo Osvaldo Araya Celis, defensor del joven, Robin Mateo Araya Celis —dijo mi hermano, otorgándome una mirada fugaz.
