Capítulo 46

74 8 0
                                    

Kayla

Di dos toques a la puerta, pero no recibí respuesta. Sabía que estaba dentro, lo había visto entrar hace media hora. Y hace media hora que me estaba preparando mentalmente para esto, así que no podía achantarme. 

Decidí abrir la puerta con cuidado. La luz estaba encendida y, por lo que podía entrever, la cama vacía. Me adentré del todo en la habitación, deteniéndome en seco cuando vi a Tayler sentado frente al  escritorio.

-No he dicho que puedas pasar- Siquiera apartó la vista de su ordenador al soltarme eso.

Me quedé observándolo un instante. Incluso verlo de perfil me producía nervios. Era como aquello que se dice de las mariposas en el estómago. En mi caso, las mariposas revoloteaban como locas, chocando entre sí, haciéndome dudar de mi cordura.

-Como no has respondido cuando he tocado...

-Porque no quiero verte.

Respiré hondo.

No dejes que sus palabras te afecten. Está hablando desde el enojo.

Tayler era una persona cerrada ya de por sí, por lo que no era difícil imaginarse que enfadado lo sería aún más. Ya me había mentalizado de que esto pasaría y ahora no pensaba recular. No quería perderlo. No quería que se alejara de mí. No quería que me dejara.

-¿Por qué? ¿Por qué no quieres verme, Tayler?- Me armé de valor para preguntar -¿Porque te mentí? ¿Porque elegí a Luka? ¿Por... Porque te aparté?

Percibí la tensión en sus hombros y mandíbula. Mi intención no era enfadarlo aún más pero necesitaba que me hablara. Que me mirara como mínimo. Pese a que antes no pasábamos demasiado tiempo juntos, ahora sentía su ausencia. Echaba de menos las noches de conversaciones y risas y besos fugaces y caricias distraídas y miradas intensas por su parte, tímidas por la mía. Lo echaba realmente de menos.

-Tayler, por favor. Dime algo.

-Quiero que te marches.

-¿De tu habitación o de tu vida?

-Lo dices como si pudieras irte de mi vida.

-Lo dices como si eso fuera lo que deseas.

-No tienes ni idea de lo que deseo.

-¡Entonces habla conmigo!- Exclamé perdiendo los papeles por un momento -Sé que como tu prometida y futura esposa tengo responsabilidades, que tengo un papel que hacer. Sé que hasta el momento no he estado a la altura, ni de ti ni del contrato pero... Quiero que sepas que puedo hacerlo, puedo ser lo que necesitas, lo que nuestras familias esperan. Yo...

No sabía cómo expresarlo con palabras. No sabía qué más decirle. Sentimientos nuevos entremezclados con los angustiosos del pasado, las inseguridades, el miedo al rechazo y a la decepción... Todo se juntaba y creaba un torbellino de emociones, uno que atacaba directamente a mi cerebro, colapsando a mi razón. Y el resultado de todo eso fue actuar, llevada por el desespero y el miedo, para no perderlo. 

-Solo dime que puedo hacer para que vuelvas a confiar en mí.

Apretó las manos en puños. Podía sentir su ira pero no sabía si era hacia mi actitud, mi insistencia, mi forma de expresarme... Con Tayler me sentía tan perdida. Podía comprender sus emociones pero no sus pensamientos, y eso me hacía sentir insegura.

Giró el rostro. Sus ojos se clavaron en los míos con determinación. Sentí los escalofríos antes incluso de que hablara.

-Desnúdate.

-¿Qué?- Conseguí decir.

-Desnúdate- Repitió con la misma fijeza- Una vez me dijiste que era algo para lo que necesitarías tiempo y confianza.

Las Reinas de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora