Capítulo 30

301 11 1
                                    

Kayla

Iba distraída hacia la sala cuando un cuerpo pequeño se me aferró a la pierna. Me sobresalté y miré confusa como Maddi me estaba rodeando la pierna derecha. Al levantar la cabeza me encontré con la mirada de todos los Sallow, y por todos me refería a todos.

¿Qué hacían allí?

Es su casa, idiota.

A veces mi consciencia era realmente cruel.

-Kayla puede ir conmigo- Dijo Maddi escondiendo el rostro y aferrándose más a mí.

-Maddi, eso no es po...

-¡Quiero ir! - Lloriqueó Maddi, cortando así las palabras de su padre.

-Cariño, tienes que entender que lo que quieres no va a poder ser. Kayla no es tu niñera, y ella también va...

-No es mi niñera, es mi amiga- Sonreí por la convicción con la que dijo aquello.

-¿Qué ocurre? - Pregunté confundida.

No pude evitar sonrojarme cuando la mirada de todos los hermanos recayó sobre mí. En especial la de Tayler. Desde nuestro último encuentro y aquel beso no volvimos a tener ninguna conversación, apenas habíamos intercambiado palabas durante este tiempo. Podía sonar patético o infantil pero me negaba a siquiera mirarle a la cara.

Además, también lo hacía por él, es decir, estaba segura que Tayler Sallow tenía problemas más importantes que un simple beso.

-Le prometimos a Maddi llevarla a un espectáculo infantil mañana- Comenzó a contar Jake.

-Pero nos han convocado a una reunión con la familia de un importante senador y tenemos que salir mañana- Terminó de explicar Cristopher.

-¿Todos? - Pregunté yo. Me arrepentí un poco, la sorpresa con la que hice la pregunta había sonado patética.

-Tú y Maddi también- Aclaró Tayler.

Bajé la mirada, Maddi tenía la mirada triste y los ojos vidriosos. No me gustaba verla así y sinceramente no estaba segura de querer hacer un viaje con Tayler. Aún no estaba lista para aquello.

-No importa, yo puedo quedarme con ella y llevarla mañana al espectáculo- Propuse. Tayler clavó sus ojos en mí.

-No hace falta, Kayla- Quiso decir el señor Sallow.

-No, en serio. No me importa- Insistí.

-¡Bien! - Celebró Maddi.

-Bueno, amor. Si ambas quieren...- Intentó convencer la señora Sallow a los demás, sonreí cuando me quiñó un ojo.

Todos parecían querer que les acompañara, pero debería ser imaginación mía.

Después de hablar con los Sallow y reiterarles que para mí no era molestia quedarme con Maddi, accedieron. En realidad, estaba emocionada porque confiaran en mí y pudiera pasar este tiempo con Maddi.

Unos toques en la puerta me sacaron de mis pensamientos, me levanté apresurada de la cama y fui a abrir. Me quedé congelada cuando vi la imagen de Tayler frente a mi puerta vestido de traje. Le faltaba la chaqueta y tenía las mangas de la camisa remangadas hasta los codos, su pelo estaba revuelto y su habitual mirada fría estaba impoluta.

-¿Qué...?

-Sé lo que estás haciendo- Declaró.

-¿Eh?

-Estás tan empeñada en evitarme que prefieres no ir con nosotros y quedarte aquí con Maddi- Pese a su mirada mirada impasible se percibía molestia en su tono de voz.

Las Reinas de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora