Capítulo 4

319 17 0
                                    




Irina

Un dolor de cabeza insufrible junto con un pitido agudo me obligaron a abrir los ojos. La borrachera de ayer tuvo que ser muy grande si ni siquiera recordaba como llegué a mi habitación anoche.

Un momento

Esta no era mi habitación. Levanté la manta que me estaba tapando y me llevé una gran sorpresa al ver que en lugar de mi vestido llevaba una camisa de hombre.

¿Qué coño pasó anoche?

Entonces fue cuando me di cuenta de que el ruido de una ducha que había estado sonando hasta ahora acababa de parar.

¡¡Mierda!!

La puerta, que supongo que sería del baño, empezó a abrirse y no sé si me alivié o me puse más nerviosa al ver salir a Kaden con una tolla en la cintura y el pelo mojado. Si antes no estaba segura de si Kaden tenía el cuerpo de un dios, ahora lo estaba.

-¿Ya estás despierta?- preguntó dirigiéndose a una cómoda.

-No, soy sonámbula- respondí con sarcasmo.

Mientras no recordase que había pasado anoche no sabía que decir o cómo reaccionar, así que opté por comportarme como siempre con él.

-No deberías hablarme así después de lo que pasó anoche- Sacó unos boxers negros y dejo caer la toalla mostrando su parte trasera.

Me quedé sin palabras, se puso los calzoncillos y se dio la vuelta. Sonrió al ver mi reacción. Me aclaré la garganta para hablar.

-¿Qué paso anoche?- Me miró fijamente como si estuviera analizándome, supongo que para ver si lo decía en serio o no.

-¿No te acuerdas?- preguntó sin moverse del sitio.

-Si lo hiciera no te estaría preguntando- No sé si la mejor opción era preguntarle a Kaden pero necesitaba saber que pasó anoche, no me iría de aquí sin respuestas.

-¿Qué es lo último que recuerdas?- Se dirigió hacia un armario y sacó unos pantalones de chándal negros.

-Recuerdo decirle a Alexa que iba a buscar a Sophia pero no la encontré, después fui a la cocina y me bebí una o dos copas- expliqué mientras observaba como se le contraían los músculos de su espalda.

Puede que hubiese omitido la parte en la que un desconocido se me acercó y yo casi tengo un paro cardíaco y que por eso me bebí media botella de whisky y unos siete chupitos.

-Pues estabas muy borracha para haberte bebido dos copas-Dijo dándose la vuelta

-A ti qué más te da, ¿vas a decirme qué pasó o no?- Estaba perdiendo la paciencia y no pensaba decirle la razón por la que había bebido.

-¿No puedes imaginártelo?- preguntó con una ceja enarcada. No estaría insinuando que nos acostamos, ¿verdad?

-¿A..anoche pasó algo?- tartamudee, me estaba entrando el pánico.

-Anoche pasaron muchas cosas- tragué saliva. Esto no me podía estar pasando a mí. Tenía miedo, mucho miedo y ni siquiera sabía de qué.

-¡Lárgate de aquí!- grité fuera de mí y poniéndome en pie.

Yo no me podía haber acostado con él, él no debió haberlo hecho al ver que estaba borracha, me prometí a mi misma que mi cuerpo era mío y que solo yo mandaría en él. Kaden no tenía que quitarme mi elección.

-Estás en mi cuarto y la camisa que llevas puesta es mía- Se cruzó de brazos- Si alguien tiene que irse eres tu- Y tenía razón, la impotencia que sentí en ese momento no era nada comparada por el odio que sentía por Kaden.

Las Reinas de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora