Nate

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Bajé del coche frente a la mansión, nuestro nuevo hogar. Odiaba llamarlo así, desde que tenía ocho años mi familia y yo llevábamos viajando, nunca habíamos estado en un lugar más de dos años seguidos. Sabía lo que me esperaba dentro, reunión con los superiores que casualmente eran mi padre y mi tío.

No me malinterpretéis, los aprecio y respeto, les debo lealtad por ser mi familia y mis superiores, sin embargo, a veces pienso que la familia y el trabajo no deben estar juntas.

Me dirigí directamente al despacho de mi tío, nada más entrar vi a mi primo sentado frente al escritorio, mi tío estaba tras la mesa y Aedus, mi padre, estaba sentado en el sofá a la derecha con las piernas cruzadas. Todos en la sala íbamos vestidos de traje negro, la diferencia era que Kaden y yo no lo teníamos tan limpio y pulcro. Al contrario, llevábamos la corbata desecha y el traje arrugado.

-Te estábamos esperando- dijo mi tío.

  -Ya estoy aquí, podemos comenzar- Era cómico ver que llevábamos dos semanas sin vernos y si quisiera nos saludásemos.

-¿Cómo os ha ido durante estas semanas? - Sabía que no se refería a como nos habíamos adaptado sino que habíamos descubierto.

-Yo he estado vigilando a los mellizos Blake y Kaden a Irina Collins junto con Tayler Sallow, aunque eso ya lo sabéis- Comenté.

-¿Y qué habéis obtenido? - preguntó mi padre, hablando por primera vez.

-No parece que se hayan decidido por ninguno, aún no sé como elegirán al sucesor de los Blake pero ambos están muy capacitados.

-¿Si fueras Thomas Blake a quién elegirías? - preguntó mi tío.

-No estoy seguro aún- Necesitaba más información para dar mi opinión, en estos momentos para mí Luka y Alexa tenían las mismas posibilidades.

-¿Y tú, hijo? - Aedus puso mala cara ante la forma de mi tío para referirse a Kaden.

Eso era lo que los diferenciaba, a mi tío le costaba separar la familia del trabajo mientras que Aedus no me había dirigido siquiera unas simples palabras.

No me quejaba, estaba acostumbrado y sinceramente odiaba las muestras de afecto, daba igual de quién proviniesen. Como me enseñaron de pequeño, el amor es una ilusión pero Kaden y mi tío son los ilusos que creen en él. Me importan pero algún día esa fe ciega al amor acabará por destruirlos.

-Tayler Sallow se ha comprometido con la menor de los Archibald- Informó Kaden.

-Lo sabemos- Afirmó mi tío.

-¿Lo sabéis? ¿Cómo lo sabéis? - pregunté.

-Esa no es una información relevante para vuestra misión- Dijo Aedus- A partir de ahora nosotros nos encargaremos de los Sallow, en vez de vigilar a Tayler Sallow debéis cuidar de Kayla Archibald, como estabais haciendo con los mellizos Blake y las hijas de los Collins- Esto no tenía ningún sentido, Kayla Archibald si quiera era un primero.

¿Por qué debemos protegerla? ¿Por qué ella era más importante que obtener información sobre los Sallow?

-¿Por qué razón? - Parecía que mi primo se estaba haciendo las mismas preguntas que yo.

-No necesitáis una- La voz gélida con la que habló Aedus nos indicó que esto no era un tema de debate, era una orden directa y debíamos acatarla sin hacer preguntas.

-¿Qué tienes de los Collins? - Esa pregunta iba dirigida a Kaden.

-Ninguna de sus hijas sabe nada sobre la mafia, parece que las mantiene alejadas de todo lo que tenga que ver con ella. Creo que debería centrarme en Carlos Collins.

Las Reinas de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora