Capítulo 48

28 2 0
                                    

Kayla

Me desperté sobresaltada cuando abrieron la puerta. Habían pasado lo que supuse varias horas desde que me bajaron de la furgoneta y me encadenaron a la pata de una mesa.

Se me paralizó el cuerpo cuando vi entrar a la persona que me había despertado. Detrás suya iban tres hombres vestidos de forma informal pero con una pistola resaltando en sus cinturas.

-No sabes cuánto tiempo llevo queriendo verte así.

Fui incapaz de hablar. Mis ojos no podían creer lo que tenían enfrente, simplemente me parecía inconcebible que estuviera aquí, que yo estuviera así por su culpa. Intenté buscar otras explicaciones, intenté que su presencia implicara algo bueno. Sin embargo, su mirada altiva y sonrisa complacida no auguraban nada bueno.

-¿No vas a decir nada? ¿Te ha comida la lengua el gato?- Los hombres sonrieron ante la burla.

-¿Por qué?- Conseguí balbucear.

-¿Por qué?- Me imitó despectiva- Porque estoy harta de ver cómo me arrebatas todo lo que quiero. ¿Sabes lo que se siente ver cómo otras gozan de lo que tú más anhelas?

-Yo nunca te he hecho nada- Refuté.

-Oh, claro que sí. Me pisoteaste, te reíste de mí. ¡Naciste siendo como yo! ¿Pero por qué eras tú la que salía con un Primero? ¿Por qué Luka Blake te quería? ¿Por qué su familia te aceptó desde un inicio?

Me quedé muda ante sus incesantes preguntas. Preguntas que nunca me había planteado y mucho menos pensé que otro haría.

-Y a la pequeña zorra no le bastaba con un Primero, ¿verdad? No puedes imaginarte la rabia que sentí cuando me enteré que te casarías con Tayler Sallow. Podía soportar que fueras la novia de uno, total, no tenía por qué ser para siempre. Pero esto: un matrimonio... Conseguiste lo que yo siempre había soñado.

No sabía que responder. Jamás esperé que me dijeran algo así. Mi mente apenas era capaz de procesar las palabras que me escupía con rabia.

-¿Por eso me has secuestrado? ¿Por qué tú no te vas a casar con un Primero?

-Pues claro que no. ¿Por quién me tomas?- Se burló -Te han castigado- Respondió con una falsa mueca apesadumbrada.

-¿Qué?

-Que te has portado mal y estas son las consecuencias. Yo solo lo he aprovechado para deshacerme de una vez por todas de ti.

-¿Quién me está castigando?- Su sonrisa se retorció aún más, proporcionando un brillo diabólico a su mirada.

Comenzó a chasquear la lengua, como si me estuviera equivocando y buscara corregirme.

-Tienes que dejar de hacer preguntas, Kayla. Las respuestas podrían destruir más que la incertidumbre. Aunque hay algo que no se te ha pasado por esa prodigiosa mente, no te preocupes lo achacaré a que sigues conmocionada, y es que no me has preguntado cómo se han enterado de que estabas de camino a tu casa.

La miré confusa.

-Resulta que habéis tenido un topo todo este tiempo y como unas tontas habéis confiado en ella.

¿Ella? Pero no me hizo falta realizar la pregunta en voz alta. Sophia hizo una señal y uno de los hombres que la escoltaban abrió la puerta. Si ver a Sophia me causó conmoción, verla a ella casi me provoca un infarto.

No puede ser.

Pensé. Pero si lo era. Sí era real. Andrea, la dulce y tímida Andrea nos había estado traicionando. Se había enterado de que iba a la mansión de mis padres y se lo dijo a quien fuera. Lo único en que pude pensar fue en cuantas más cosas habría descubierto, no sobre mí sino de los Sallow o el resto de Primeros, y había contado.

Las Reinas de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora