Capítulo 13

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Alexa

-Si nos quedamos aquí es solo cuestión de tiempo que nos encuentren, ¿alguna idea?- Me seguía sorprendiendo la calma con la que Nate reaccionaba a estas situaciones.

No podíamos salir, allí fuera había ocho hombres armados. No dudaba sobre si Nate y yo podríamos con ellos pero había muchos contras.

El primero, las únicas formas de salir de esta planta eran el ascensor y las escaleras, ninguna viable; El segundo, acabar con su jefe antes de encontrar a nuestras familias sería un gran error ya que sus hombres tendrían miedo y su primera reacción sería matar a todos lo rehenes; El tercero, que no tuviéramos suerte y nos cogieran para llevarnos junto al resto.  Ninguna eran buenas opciones, debíamos pensar un plan. Teníamos la ubicación de todas las personas a las que queríamos, solo debíamos decidir a por cuál ir primero.

Lo que más me sorprendió es que Nate debió haber pensado lo mismo que yo porque no había sugerido que saliésemos, me había dicho que pensásemos algo para salir sin ser vistos. Yo necesité entrenarme durante años para lograr razonar como en este momento, lo que me hacía preguntarme por qué Nate consiguió llegar a la misma conclusión que yo.

Nos ocultaba algo y yo pensaba descubrirlo, aunque no ahora, este no era el momento adecuado para pedirle respuestas.

Tenía que pensar una manera de salir de aquí sin ser vistos, miré por todo el cuarto. Aquí no había ventanas, si no había ventanas tendría que haber un...

-Conducto de ventilación- Mi vista se quedó fija en el techo, esa podría ser nuestra única salida. Nate miró el mismo lugar que yo.

-¿Cuánto pesas?

-Dime que no acabas de preguntarme eso- Alcé las cejas, debía practicar sus métodos de seducción en chicas.

-Tengo que calcular si esos conductos podrán con nuestro peso o si se romperán y moriremos- De vuelta el Nate serio y distante, ni una sonrisa ni una broma. Como si fuera un robot programado solo para hacer su trabajo y yo pensaba descubrir cuál es.

-¿Entonces, es viable o no?- Pregunté impaciente tras darle mi peso.

-Lo es, por los pelos pero lo es.

-Bien, pues vamos antes de que nos encuentren- El conducto estaba en el techo por lo que Nate tuvo que saltar para alcanzar la rejilla y tiró de él. Gracias a que lo sujetó no cayó al suelo -Las damas primero- Hizo una exagerada reverencia, no lo decía de forma juguetona. Me estaba retando, quería ver si era capaz.

Me agaché para quitarme los tacones, Nate seguía mis movimientos con la mirada.

-Sujétame esto- Dije mientras le tendía los tacones sin apartar la vista de la entrada al conducto.

A mi me iba a costar más llegar ya que Nate era más alto que yo, pensaba buscar algo con lo que poder impulsarme para subir y me sorprendió mucho ver a Nate dejar mis tacones a un lado, agacharse y juntar las manos para darme impulso. Lo miré con recelo.

-Venga, no seas cabezota. Cuando estés arriba ayúdame a subir- Bien, este no era el momento para ser orgullosa. Debía concentrarme, apartar sentimientos y distracciones y centrarme en mi objetivo.

Subí un pie sobre sus manos y puse una mano sobre su hombro, cogí impulso y Nate me propulsó hacia arriba. Me agarré con fuerza al borde e hice presión para levantar mi cuerpo y meterme por el hueco.

Una vez dentro, miré hacia abajo y cogí los tacones que me lanzó Nate junto con la rejilla. A continuación se impulsó hacia arriba al igual que había hecho hace un minuto, le sujeté un brazo mientras él apoyaba el otro en el borde e hizo una especie de dominada para poder meterse dentro del conducto, yo retrocedí para darle espacio.

Las Reinas de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora