Capítulo 41

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Kayla

Me cambié de ropa, despojándome del uniforme de entrenamiento y sustituyéndolo por una camiseta ancha y unos leggins largos. Estaba agotada y lo único que anhelaba era llegar a casa para ver Pocahontas con Maddi, que seguramente ya estaría esperándome impaciente.

Cuando un grupo de chicas entró en el vestuario detuvieron su conversación para mirarme con mala cara. Una de ellas, en concreto la que tenía una insignia de líder de equipo, pasó chocando su hombro con el mío y apartándome así de malas maneras de su camino. Las demás se rieron y no parecieron quedarse a gusto con eso, sino que tiraron mi bolsa y mis cosas se desperdigaron por el suelo.

-¿Os pasa algo?- Inquirió Kiara al entrar y ver la escena.

-No, capitana- Dijeron al unísono.

-Largo de aquí antes de que os raje el cuello a cada una de vosotras.

Todas, sin excepción, agacharon la cabeza y se marcharon sin decir una sola palabra. Me agaché para tomar las cosas que habían tirado y volver a guardarlas en mi bolsa.

-No deberías dejar que te traten así.

-No importa- Dije mientras volvía a doblar la toalla.

-No lo entiendo. Si supieran quién eres ahora estarían arrodilladas ante ti ¿Lo sabes, verdad?

-No quiero que nadie me rinda pleitesía y menos por algo que no es mérito mío.

-¿Casarte con Tayler Sallow no es mérito tuyo?

-No, no lo es.

Cerré la mochila y avancé hacia la salida. Sabía que Kiara me seguía pasos más atrás pero en ese momento no tenía ganas de hablar con nadie.

Esta situación se llevaba repitiendo desde que accedí a tomar clases de autodefensa en el Tártaro. Todos me rechazaron por haber llagado nueva y haberme convertido en la pupila de Sebastian, que para ellos era su líder más querido. Aquí nadie sabía mi apellido, ya que mis padres tampoco se habían esforzado mucho en presentarme a este mundo, y mucho menos sabían de mi relación con Tayler puesto que los Primeros habían decidido mantenerlo aún en secreto.

Los únicos que lo sabían eran los miembros del Círculo Rojo, Sebastian, que me entrenaba, y Kiara, que me conoció cuando vine por primera vez con Tayler.

 El coche destinado a llevarme a todas partes estaba aparcado frente al edificio. El conductor salió para tomar mi bolsa y guardarla.

-¿Quieres que te acompañe?- Me preguntó Kiara, apostada unos metros más atrás con las manos tras la espalda.

-No hace falta- Ya tenía mucho con los otros dos vehículos que me custodiaban día y noche. Antes de meterme en el coche me giré y le dije: -Y gracias por lo de antes.

Su respuesta fue una leve inclinación. Tras eso me senté en la parte de atrás del coche y deseé internamente que esto dejara de sentirse tan horrible.

****

La gente normal suele comer palomitas mientras ve una película, luego estábamos Maddi y yo que nos atiborrábamos a algodón de azúcar y manzanas de caramelo.

-Mi princesa favorita es Pocahontas- Declaró Maddi cuando terminó la película.

-¿No era Cenicienta?- Pregunté desconcertada.

-Ya no.

-¿Y ese cambio?- Quise saber. Me agaché para recoger la manta que se había caído y doblarla para dejarla en su sitio.

-Es que Pocahontas se parece a ti y como eres mi persona favorita en el mundo, Pocahontas tiene que ser mi princesa favorita.

Me quedé un momento en silencio intentando procesar las palabras de Maddi. La atraje hacia mí y le di un beso en lo alto de la cabeza. La quería demasiado.

Las Reinas de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora