Capítulo 11

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Irina

Odiaba el vestido, los tacones, la música, la gente... No tenía que haber venido, a decir verdad no quería pero por primera vez en años mis padres me obligaron.

Antes no me dejaban venir a este tipo de fiestas por ser muy pequeña, después me dejaron asistir solo a esta, que se celebraba cada año por ser la más importante pero solo me dejaban estar un máximo de una hora, pasado ese tiempo debía volver.

El año pasado decidí no venir por cuestiones bastante obvias, no soportaba estar cerca ni de mi familia así que asistir a un lugar lleno de gente no era la mejor opción sin embargo, este año mis padres decidieron que debía asistir quisiese o no.

-Irina, ¿podemos hablar?- Escuchar la voz de Kaden era lo último que necesitaba en este momento.

Lo había estado evitando durante toda la semana aunque él también me lo puso fácil ya que tampoco hizo ningún intento por hablarme y sinceramente se lo agradecía. Después de lo que hizo no pensaba dirigirle la palabra en lo que me quedaba de vida.

-No tengo nada que hablar contigo- espeté y empecé a caminar alejándome de él.

Cogí una copa de champán de la bandeja de uno de los camareros que iba pasando. Lo que me hizo Kaden no se lo perdonaría por más palabras bonitas que me soltase, no se lo perdonaría jamás.

Ni siquiera sé por qué lo hizo, estábamos bien, éramos lo más parecido a unos amigos y de repente un día vino pareciendo odiarme. No solo me insultó y me humillo si no que él sabía perfectamente que lo que haría me dolería más que a cualquier otra persona.

Kaden es tal vez la única persona que sabe lo sensible que soy a situaciones como esa y aún así lo hizo. Estoy segura de que hay una razón que no quiere contarme para hacer lo que hizo, sin embargo soy lo suficiente cabezota como para importarme una mierda sus razones y odiarlo, sobretodo después del día que pasamos en el parque natural.

Puede que para él no fuese nada pero esa tarde le besé, es verdad que no fue un beso en los labios ni nada parecido pero para mi siginificó mucho. Era la primera vez que me acercaba tanto a una persona de otro sexo y para mi fue un gran paso, sin embargo parece ser que a él no le importó nada.

-Espera- Una mano me agarró del brazo haciendo que parara en seco.

-Suéltame- me zafé de su agarre -¿Qué parte de no quiero saber nada de ti no has entendido? Déjame en paz, además estoy bastante segura de que esto era lo que querías así que tómalo y vete- Lo miré a los ojos, flaqueé un poco al ver el arrepentimiento y el remordimiento en sus ojos, igual que cuando me soltó en el baño.

No se la razón por la que actuó así pero debía de ser muy importante si sabía que se acabaría arrepintiendo.

-Irina, por favor...- pero lo corté antes de que terminara la frase.

-No. ¿Te recuerdo que yo también te dije eso y aún así no me soltaste?- Pude ver el dolor por mis palabras atravesando sus facciones, había sido dura lo sé pero él también lo fue y no pensaba arrepentirme o disculparme.

Kaden agachó la cabeza, respiró hondo y volvió a levantarla.

-Irina, te estoy pidiendo que me escuches un momento- En su voz se podía notar la poca paciencia que le quedaba.

-Y yo que me dejes en paz.

-A la mierda- Me agarró del brazo y me arrostró hasta un pasillo, alejándome del gran salón.

-¿A ti que coño te pasa? ¿Qué? ¿Vas a repetir lo del miércoles?- No tenía miedo, sabía que no lo haría y en caso de que fuera así esta vez se llevaría un rodillazo en todas sus partes.

Las Reinas de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora