Capítulo 1

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Kayla

Hoy empezaban las clases, lo normal sería que estuviese emocionada pero la verdad es que no era así. Todavía no podía dejar de pensar en lo ocurrido con mi madre hace dos días, pero si lo que creía era que iba a dejar a Luka estaba muy equivocada. 

Saqué esos pensamientos de mi cabeza y me preparé para ir a clase. Me vestí con el uniforme, que estaba compuesto por una falda de cuadros de un verde oscuro, unas medias que llegaban hasta las rodillas del mismo color que la falda, una camisa con el escudo del St. Jons, unos zapatos negros con un poco de tacón y una chaqueta negra.

Ya vestida, bajé las escaleras con mi mochila al hombro y me dirigí a la cocina. Sabía que aquí no me encontraría a nadie de mi familia, ya que ellos comían en el comedor.  Cogí una manzana y me encaminé hacia la salida, un coche negro estaba parado en la puerta de la mansión.

-¡Vaya! Al final va a ser verdad lo de mi castigo- Pensé antes de dirigirme al coche y entrar dentro.

Unos 20 minutos más tarde llegamos, bajé del coche y lo busqué con la mirada. No tardé encontrarlo ya que estaba viniendo hacia mi junto con su hermana.

-Buenos días preciosa- dijo Luka antes de besarme.

-Por favor, ¿podéis hacer eso cuando estéis  solos en una habitación de motel?- reí ante el comentario de Alexa.

-Verás, es que me gusta el exhibicionismo- dijo Luka dirigiéndose a su hermana.

-¿Crees que a la gente le gustaría verte como dios te trajo al mundo? Que egocéntrico eres- le siguió la broma Alexa.

-Hermanita, la gente mataría por verme desnudo- dijo Luka con una sonrisa de superioridad pero Alexa no pudo responder porque aparecieron algunos jugadores del equipo de fútbol.

-¿Qué hay Luk?- preguntó uno de ellos.

Con el tiempo me había acostumbrado a la popularidad de Luka y a todo lo que tenía que ver con ser la novia del capitán del equipo pero seguía resultándome un poco incómodo. Miré a Alexa con cara de circunstancias, ella me entendía porque tampoco le gustaba mucho ser el centro de atención.

Me sonrió y tras despedirnos nos dirigimos a la entrada pero algo llamó nuestra atención y paramos en seco.

Irina

Me encontraba saliendo del coche, cerré la puerta y me dirigí a la entrada para encontrarme con Sophia, cuando escuché el ruido de una moto a menos de 5 metros de mi.

-Voy a morir sin haber llegado a cumplir los 18- fue el primer pensamiento que me vino a la cabeza.

Creía que me iba a atropellar pero el conductor de la moto pareció tener buenos reflejos porque me esquivó en el último momento pero al estar tan cerca y al hacer un movimiento tan brusco, la moto resbaló. Iba a caer encima mía pero el conductor dio un salto y se interpuso. Aunque el muy idiota no contó con que él también caería encima de mi.

Y ahí estaba yo, con un loco y una moto sobre mi. ¡Qué había hecho yo para merecer esto!

Segundos después el idiota se levantó junto con su moto y empezó a revisarla. En cambio, yo seguía en shock tirada en el suelo. No me lo podía creer, casi me mata y lo primero que hacia era revisar su estúpida moto.

Noté a dos personas a mi lado y pude reconocerlas, una era una de los mellizos Blake y la otra era la novia de Luka, el capitán del equipo de fútbol y el amor platónico desde hace dos años de Sophia.

-¿Estás bien?- me preguntó Kayla y yo asentí.

¿Qué cómo sabía su nombre? Fácil, Sophia se había pasado hablando mal de ella desde que se enteró que estaba saliendo con Luka.

Las Reinas de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora