• Capitulo 55 •

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~Narra Liam~

Los días pasaban y continuar con una vida "normal" se volvía cada vez más difícil. Sentía que cada día dejaba de ser Liam, en serio no podía vivir así. Ella era todo en mi vida y no me importaba si había comenzando a ser fría nuevamente conmigo.

- ¿Estás bien? - Harry me miro. Estábamos en un Starbucks.

- Sí - asentí.

- No parece eso.

- En serio estoy bien.

- Somos tus amigos, no puedes mentirnos - Niall me miro.

- No puedo seguir con esto - negué - no puedo.

- Liam - Niall hizo una mueca.

- Ya no recuerdo la última vez que sonreiste - Harry me miro - sabemos que todo es difícil para ti.

- ¿No crees qué ya haz tenido suficiente de esto?.

- ¿Qué? - mire a Niall - no no, no fue lo suficiente.

- Pero no puedes seguir así - negó - entiende que te estás haciendo daño.

- Pero no puedo seguir viviendo sin ella.

- Por eso mismo - dijo en tono enojado.

Harry interrumpió - ¿y no hay nada qué tú puedas hacer por ella? - me miro.

Frunci el ceño confundido, ¿qué quería decir con eso?. Su mirada seguía puesta en mí con una pequeña sonrisa en su rostro, todavía seguía sin entender pero luego de unos segundos comprendí a qué se refería.

- ¡Sí! - no sabía si llorar o reírme - debo irme ahora mismo - me levanté.

- ¿Adónde vas? - dijo Niall.

- Debo ir a casa.

- Per ... - Harry lo interrumpió.

- Déjalo ir - sonrió - adiós y suerte.

- Adiós chicos - salí corriendo.

Había perdido demasiado tiempo y no seguiría perdiéndolo. Corría lo más rápido que podía. Mi casa estaba algo lejos y estaba tan feliz que en ningún momento se me cruzo por la cabeza tomar un taxi o el bus, no, solo había salido corriendo.

Cuando llegue a casa, tire la mochila al piso, me quite la campera tirandola sobre uno de los sillones y corrí a la habitación de mis padres. Comencé a revolver, literalmente, toda la habitación. Tenía que encontrar lo que había venido a buscar. Luego de haber estado sacando cosas, no encontré lo que buscaba, pero no me daría por vencido. Baje corriendo e ingrese al despacho de mi padre, aquí tendría que encontrar algo, no podía no haber nada. Para mi suerte tampoco encontré nada. Me pase las manos por la cara frustrado. Salí del despacho, fui al living, me senté hundiéndome en el sillón y mire a la nada misma pensando en que no podía terminar así. No podía terminar sin tener al menos la mitad de la felicidad que tendría que tener. Suspire pesadamente, realmente no podía terminar así. Negué y rápidamente mi mente comenzó a trabajar, pero desgraciadamente nada coherente se me ocurría hasta que una buena idea surgió. Me levanté rápidamente, agarre la campera, las llaves del auto de mi padre y salí.

Amor Prohibido |Liam Payne| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora