Amor Prohibido |Liam Payne| EDITANDO

• Capitulo 41 •

[ ··· ]

Antes de que llegáramos a casa, le pedí a Lou que me hiciera un favor.

- ¿Quieres qué venga por ti? - me miro.

- No - lo mire.

- ¿Segura?.

- Sí - reí - no te preocupes, regresare temprano a casa.

- Está bien - sonrió.

- Nos vemos más tarde - me acerque a él y deposite un beso sobre sus labios.

- Creo que vendré a dejarte más seguido - al separarnos.

- Imbécil - abriendo la puerta - te amo, adiós - sonreí

- Idiota - sonrió - te amo, adiós - lo salude con la mano por última vez. Mire aquellas enormes rejas y esas grades murallas de ladrillos del lugar al que recurría cuando lo necesitaba. Suspire e ingrese.

Comencé a caminar por el verdoso césped. El silencio que siempre había en este sitio era maravilloso, realmente me gusta este silencio. El paisaje, me hacía recordar a la primera vez que pise este lugar. Mire todo a mi alrdedor como si fuera la primera vez. Habían varias personas, claro, cada una por lados diferentes. Mire el cielo, éste estaba del más claro de los celestes, las nubes parecían algodones de azúcar y el sol acompañaba muy bien. Llegue a mi destino, dejé las flores delante de la lápida y me senté sobre el césped.

- Hola pá, ¿cómo estás? Estoy segura que te encuentras muy bien - no puede contener mis lágrimas - hacía mucho tiempo que no venía a verte ni a dejarte flores. ¿Sabes? Tengo que irme de Wolverhampton, debo abandonar nuestro hogar por un tiempo, apuesto a que ya lo sabías. No sé por cuánto tiempo debo hacerlo y por eso hoy estoy aquí contigo. No queria irme sin despedirme porque no sé si será la última vez que podré venir a verte. Sino regreso, quiero que sepas que te amo con toda mi alma y que no importa dónde esté, te seguiré amando por el resto de mí vida. Te prometo que si regreso al primer lugar al cual vendre será a éste - con un hilo de voz - tengo que irme pá, no olvides nunca que te amo, espero volver a verte - seque las lágrimas, junte mis fuerzas nuevamente y me levanté del suelo. Sentí la presencia de alguien y mire hacía todos lados. Un niño estaba parado junto a mí mirándome.

- Hola - esbozo una pequeña sonrisa.

- Hola.

- ¿Cómo te llamas?.

- Jacelyn ¿y tú?.

- Christopher - sonrió.

- Que lindo nombre - trate de sonreirle - ¿qué haces aquí?.

- Vine a jugar con los angelitos que son amigos de mamá - sonrió ampliamente.

- ¿Así? - lo mire con cierta pena. Pobre niño.

- Sí, ¿éste es tú angelito? - se acercó a lápida de mi padre.

- Sí.

- Lo sabía - miro la lápida con atención y luego a mí - él me lo dijo, siempre juga conmigo y con los demás - mire al niño algo extraña. No es que estuviese loco pero, ya, solo era un niño inocente.