• Capitulo 61 •

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~Dos semanas después~

Lo mire atenta. Su pecho subía y bajaba con tranquilidad, y su sonrisa tatuada en su rostro la cual nunca faltaba.

- ¿Qué? - sin mirarme.

- Nada.

- Entonces ya deja de mirarme mujer - rió y me uní a su risa. Me agarro de la cintura, me miro, me acerco más a su cuerpo y me beso - ve a vestirte.

- ¿Tiene qué ser ahora mismo?.

- Sí señorita Hammel.

- Bien - le di un beso - voy a ir a prepararme - me levanté del sillón y subí. Entre a la habitación, cerré la puerta, me deshice de la ropa e ingrese al baño.

¿Tanto podía cambiar la vida de alguien? Sí, en un abrir y cerrar de ojos. Había entendido todo, había comprendido como era mi vida y como debía ser apartir de ahora. Ya había dejado muchas cosas atrás para poder cambiar. Todo lo que conocía se había quedado atrás, solo eran recuerdos de mi vida. Todo lo que había sido una vez había quedado en el recuerdo, ahora estaba aprendiendo otras cosas que tenía la vida, cosas que no conocía. No sabia adónde me llevaría todo esto y tampoco sabia si era lo correcto o si iba a terminar bien, pero los riesgos me gustaban y para mí la vida se trataba de eso, de los riesgos que uno se atreve a tomar y, aquí estaba el mío.
Cerré los ojos y me metí debajo de la lluvia artificial.

****

Mire la habitación con mucha atención.

- ¿Por qué hay tres platos? - lo mire confundida mientras él miraba la comida que estaba en el horno. Se acercó y el timbre sonó.

Me miro fijo - ¿sabes amor?.

- Dime.

- Hay cosas que pasan en la vida que nuna más van a volver.

Lo mire confundida - ¿qué?.

- No quiero que pierdas el tiempo y no quiero que pierdas cosas que cuando seas más grande te arrepientas - sus ojos se cristalizaron - aprovecha que puedes. No seas rencorosa, olvida el pasado y perdona - camino y antes de salir al living se volteó a verme - nunca sabes cuando será la ultima vez que puedas verla - salió.

Me quede tratando de comprender lo que quieria decirme con todo eso. Salí de la cocina para seguirlo y saber de una vez por todas de que se trataba todo esto.

- ¿Qu ...? - dejé de caminar y hasta de hablar.

- Hola cariño - sonrió - que hermosa estás hoy.

- Nair - sin dejar de mirarla.

- Con su permiso - él colgó su abrigo en el perchero - vamos a cenar hermosas damas - sonrió y fuimos al comedor. Liam sirvio la deliciosa carne al horno con algunas verduras que había preparado y tomó asiento en su lugar en la punta de la mesa, Nair se encontraba a su izquierda y yo a su derecha. Los mire a los dos y me dispuse a cenar.

- Está exquisito - sonrió.

- Gracias señora Hammel.

Amor Prohibido |Liam Payne| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora