• Capitulo 3 •

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    Caminaba por el parque, regresaba de una pequeña reunión con mis amigos y necesitaba despejar un poco mi mente. Últimamente no dejaba de pensar en algunas cosas, y no era de esas personas a las que sus propios pensamientos los abruman, era lo contrario pero por alguna razón que escapaba a mi entendimiento, no podía dejar de pensar en ello o más bien en él.
Suspiré y lo me cruce con el dueño de mis pensamientos.

- Jace - sonrió.
- Liam.
- ¿Qué haces por aquí? - sonrió.
    Pensé muy bien mi respuesta.
- Salí a caminar un poco.
- ¿Puedo acompañarte? - dulce.
- Claro.

    Caminamos por el parque tranquilamente. Debía decir que se sentía bien la compañía de Liam, era agradable, era extraño porque no me agradaban otras personas que no fuesen mis amigos, es decir, no era una persona sociable, eso era realmente.

- ¿Qué hacías en el parque?.
- Salí a tomar aire fresco - sonrió.
- ¿Por qué te acercas a mí?.
- Me agradas - sonrió - ¿Te molesta?.
- No - seguimos caminando un poco más.
- Ya debo regresar a casa - sonrió - Adiós - beso mi mejilla.
- Adiós Liam.

    Estaba por acostarme y y tuve una extraña sensación, no sabía qué era exactamente o porqué de repente tenía esa extraña sensación de ir a estar con Liam. Tomé la chaqueta y salí corriendo hasta su casa.
    Mire la casa, junto a la ventana de su habitación había un gran árbol, era perfecto para subir.
La ventana no tenía puesto el seguro, la empuje delicadamente e ingresé tratando de ser silenciosa, pero tropecé con algo y caí.

- ¿Quién es? - se levantó de la cama.
- No quise despertarte, lo siento - me puse de pie.
- ¿Qué haces aquí? - sorprendido.
- Sigue durmiendo.
- ¿Te irás? - preocupado.
- Luego, ahora descansa.
- No puedo. No si tú no duermes.
    Él siempre tenía ese tono dulce cuando se dirigía a mí.
- Dormiré aquí - me senté en el sillón de su escritorio.
- De acuerdo - se acostó. Me miro por unos minutos y luego se durmió.

    Observaba como él dormía tan tranquilo. Tenía sueño, ya comenzaba a sentir el cansancio del día pero no podía dormir.
Todavía sentía aquella extraña sensación y no podía apartarla de mí.

Narra Liam

    Me desperté al escuchar la alarma, de inmediato recordé que ella estaba aquí. Me levanté de un salto y mire en su dirección pero ella ya no se encontraba ahí, se había ido.

    Fui al baño, me duche, me vestí, desayune y fui al colegio.
Todavía me preguntaba porqué estaba en la habitación, ¿Qué hacia ella en mi casa?, ¿Por qué había ido? Aparté aquellos pensamientos de mi mente y me dirigí hasta mis amigos.

- Liam - sonrió Niall.
- Hola chicos - sonreí.
- ¿Qué sucede? - Harry me tomó del hombro - Estás muy feliz, tienes una sonrisa inmensa.
- Anoche Jacelyn estuvo en mi habitación - largue rápidamente.
- ¡POR DIOS! - su sonrisa me confesaba lo que estaba pensando.
- Harry no es lo que piensas - reí.
- Entonces, ¿Qué hacia ella en tu habitación? - arqueó la ceja.
- Aún no lo sé - hice una mueca - Solo dijo que siguiera durmiendo, lo hice mientras ella estaba ahi y cuando desperté, ella se había ido.
- ¿No tuviste miedo?.
- ¿Miedo de qué Niall? - Harry lo miro.
- Ella da miedo, es seria, cruel y creo que esconde algo.
- Claro que no - reí.
- Exacto, ¿Por qué le tendría miedo a la chica que le gusta? - sonrió Harry.
- Ella no me gusta - me queje.
- Sí, como digas.
- ¡No me gusta!.
- Claro que te gusta, acéptalo Liam.
- Enamorado de la chica mala, rizitos a clases - rió.

Amor Prohibido |Liam Payne| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora