• Epílogo •

299 15 4
                                    

Cuatro años después

Me encontraba en la hamaca ( o columpio ) del patio trasero de la casa. Estaba perdida en el cielo, mirando las hermosas costelaciones que había esta noche. Mis ojos brillaban como nunca antes y mi sonrisa reflejaba la paz que tenia, la paz que mi vida tenia hoy en día. Baje la vista volviendo a la tierra cuando escuche una de las voces que tanto alegraba mi vida.


- ¡Má! - dijo con una hermosa sonrisa en su rostro.

Me levanté y camine - ¡mi amor! - agarre al pequeñito de solo dos años y medio, y llene de besos su perfecta carita bronceada. Sus ojitos eran azules, su cabello era alborotado y castaño, sus labios finos, pestañas largas y una sonrisa perfectamente igual a la de él - ¿saliste a pasear con papá?.

- Sí.

Sonreí y mire a la persona que lo había traído - hola Lou - lo abrace con fuerza.

- Hola linda - me dio un beso en la cabeza.

- ¿Cómo se porto?.

- ¿Qué pregunta es esa? - ambos reímos - es nuestro hijo, obvio que se porto de maravillas.

- Tienes razón - asentí - ¿cómo estás?.

- Bien - me miro con ternura - ¿tú?.

- Perfecta.

- Lo sé.

- ¡Will! - grito y salió de la casa corriendo. Se acercó y agarro a mi hijo mientras lo giraba y él reía.

- Tío Liam.

- ¿Cómo estás? Te extrañe.

Liam y William se sentaron en el cesped a jugar mientras que con Louis los obserbabamos.
¿Cómo sucedio? Simple: a lo largo de estos cuatro años con Liam íbamos y veníamos con nuestra relacion. Dos años atrás tuvimos una discusión sería y nos distanciamos por muchísimo timepo y, ahí fue cuando sucedió todo. Nunca iban a poder apagar el amor que con Louis nos teníamos, hasta el día de hoy seguimos amandonos aunque cada uno tenga armada su vida. Regresé con Liam y ya William había llegado a mi vida y sin embargo él lo acepto.

****

Esa tarde los chicos habían venido a casa como lo hacian la mayor parte del tiempo. Nos habíamos vuelto todos tan unidos que siempre encontrabamos la excusa perfecta para poder vernos, aunque los sábados era el día donde nos juntabamos sin fallar pero, esperar siete días para vernos no nos gustaba, así que cualquier excusa era valida.
Realmente habíamos pasado un día maravilloso. Amaba cada segundo que pasaba junto a ellos.

No entendía algunas cosas, pero cada día me convencía de que mi vida estaba destinada a esto, ¿cómo era posible qué alguien como yo tenga a personas como ellos? ¿increíble no?. Simplemente no lo entendía, siempre había sido: insensible, mala, problemática, seria, de mal carácter, amante de las armas y de pelear, siempre había sido todo lo que la gente tiene miedo de llegar a ser y ¿ahora? Ahora soy: feliz, alegre, aún con mal carácter, mamá, amiga, novia, buena hija, ¡sentimental!, todas esas cosas era ahora. La vida sin dudas era maravillosa.

Amor Prohibido |Liam Payne| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora