• Capitulo 5 •

1.2K 57 2
                                    

    Nos encontrábamos en el salón de clases, para ser más exacta en matemática, en lo que realmente no era buena, los números y yo no nos llevábamos del todo bien.
La fastidiosa voz del director, pronunciando mi nombre, se escuchó por los parlantes. Me levante y me dirigí a su oficina.

- Hammel, tomé asiento - obedecí - ¿Qué ocurrió con Marc hace unos días?.
- Que patético es - rode los ojos.
- Jacelyn, solo dime porqué lo hiciste. Marc te acusa de haberlo golpeado sin tener razones.
- ¿Eso le dijo? ¡Pero que imbécil!.
- Solo dime qué ocurrio.
- Sí, yo lo golpeé.
- Eso lo sé, ¿Cuándo aprenderás?.
- Jamás, pero Marc lo merecía, no es cierto que lo golpeé sin razones - lo mire - Comprendo que soy agresiva pero nunca golpearía a una persona a menos que esa persona me de motivos para hacerlo.
- ¿A qué te refieres?.
- Me dirigía hacia los baños, cuando vi a Marc, Dan y Eric, a los tres golpeando a Payne. Lo estaban lastimando y no podía dejar que lo sigan golpeando - hice una mueca.
El timbre del recreo se escucho.
- Está bien Hammel, gracias. Ya puedes irte, todo está bien - sonrió.
- De acuerdo. Gracias - me levante y salí de la oficina.

La sangre me hervía, realmente no podía explicar la irá y las ganas de matar a Marc que tenía en este momento y en donde viese lo mataría.
Vi a mis amigos pero no me detuve, solo pensaba en encontrar a Marc, así que me siguieron, y como buenos amigos que eran sabían que algo andaba mal.
Fuimos al patio, mire todo detenidamente hasta que los encontré, estaban en las gradas y cerca de ellos divise a Liam, Niall y Harry, quienes se estaban acercando al igual que otros alumnos.
Me acerque a ellos y sin pensarlo mucho, empuje a Marc con todas mis fuerzas y se cayó.

- ¿Qué haces?, ¿Te volviste loca? - se levanto.
- Tú estás loco - volvi a empujarlo.
Eric y Dan se levantaron queriendo defender a Marc pero rápidamente mis amigos los detuvieron.
- ¿Qué te ocurre? - me golpeó.
- Eres patético Marc, fuiste a quejarte con el director porque una mujer te golpeo - todos comenzaron a reír - Encima dijiste que no tenia razones cuando tu y yo sabemos perfectamente lo que sucedió, estaban golpeando a Liam. Eres un asco - lo golpeé.
- Y tu igual Hammel, eres una porquería - también me golpeó.
- Te mataré Marc - ambos comenzamos a golpearnos sin piedad. Él no tenía piedad conmigo por ser mujer y yo mucho menos la tenia para con él.
Lo golpeaba descargando la irá que sentía, pero no fue por mucho, ya que alguien se tomo el atrevimiento en impedir que lo siga golpeando.
- Déjalo, olvídate de él, Jace - me agarró de los brazos.
- ¡Sueltame Liam o te golpeó! - me tire sobre Marc y lo golpeé nuevamente.
- Te he dicho que lo dejes - enojado.
Me levanto, me cargo sobre su hombro y comenzó a caminar.
- ¡SUELTAME LIAM! - enojada.
- ¡No! Lo matarás si te suelto - siguió caminando.
Me calme al llegar a la cafetería, la cual estaba vacía y tranquila, debido a que todos estaban en el patio observando lo que hace segundos había sucedido.
- ¿Estás más tranquila? - dándome agua.
- Sí, ¿Por qué lo hiciste?.
- No vale la pena - sonrió - Y casi lo matas mujer.
- Bueno, tienes razón, pero ya no vuelvas a hacer eso.
- Lo haré las veces que sean necesarias, él no lo vale, Jace.
Lo mire unos segundos y tome lo que quedaba de agua.

Las clases pasaron con normalidad, a Marc se lo llevaron a enfermería y al otro día recibiría su castigo y por mi parte, luego de que las clases finalizaron tuve que quedarme al maldito castigo y luego de dos horas recién pude irme a casa.

Estaba por acostarme a dormir pero otra vez aquella maldita sensación, suspiré y salí. Corrí hasta su casa, al llegar subí por el árbol y entre.
La habitación estaba completamente oscura y la única luz que había, que no era mucha, era la de la calle ya que las cortinas estaban abiertas, pero seguía estando oscuro.
Liam estaba durmiendo, camine con cuidado pero tropecé con sus zapatillas y cai al suelo.

- Mierda - maldije por lo bajo.
- ¿Jace? - se desperto y se sento en la cama.
- Lo siento Liam, no quería despertarte pero me tropecé - me saque la chaqueta.
- ¿Vienes a quedarte? - se puso de pie y se acercó para estar cerca de mí.
- Sí.
- Perfecto, me gusta mucho que te quedes.
Levante la mirada y me encontré con la suya, mirándome dulcemente. Luego llevo la mano hasta mi mejilla y lo mire sin entender
- ¿Qué haces?.
- Nada - pego su rostro al mío.
- Liam - cerré los ojos.
- Dime, Jace.
- Deberías dormir ya.
- No, no quiero hacerlo - me beso.
Estaba sorprendida por lo que acababa de hacer pero sin pensarlo le correspondí el beso.
    A los segundos me separe porque tuve una sensación rara, sentía que alguien nos miraba.
- Liam.
- Qué sucede?.
- No lo sé, siento algo extraño.
   Camine hasta la ventana, mire y en la calle había un tipo, no llegaba a ver su rostro. Este me miro unos segundos y luego se marchó.
- Qué sucede?.
- Ese tipo nos estaba observando.
- Segura?, Quiza solo pasa por aquí, Jace.
- No lo creo - negué.
- Ya, tranquila - me abrazo y nuevamente me beso. No podía dejar de pensar en lo que había ocurrido pero decidí hacerlo y le seguí el beso a Liam.
    A los segundos llevo sus manos con delicadeza a mis caderas, me pego más a su cuerpo y puse las manos alrededor de su cuello.
Deje escapar un pequeño suspiro al sentir como sus manos recorrían cada rincón de mi cuerpo debajo de mi remera. Nuestro tierno y dulce beso no perdió su magia, pero se convirtió en algo más salvaje y con pasión.
Necesitaba tener a Liam más cerca pero ya no se podía más, así que levante una pierna, me ayudó a subirme sobre su cadera y camino conmigo hasta la cama en donde me acosto delicadeza. Se separó de mis labios y se deshizo de mi remera. Volvió a besarme y puso los codos a mi alrededor para no poner todo su peso sobre mí.
Mis traviesas manos que estaban rodeando su cuello, bajaron recorriendo su espalda, hasta llegar al final de la remera y sin pensarlo se la quite. Lo mire a los ojos, él hizo lo mismo y unimos nuestros labios nuevamente.
Mis manos viajaban por toda su piel y llegaron hasta su pantalón, el cual desabotone, lo baje hasta donde mis brazos lo permitieron y luego él se lo quito.
Sus manos recorrían todo mi cuerpo haciendo que mi piel se erize por donde me tocaba. Llegaron a mi pantalón y con delicadeza lo quito.
Se acomodo nuevamente sobre mi y comenzo a darme besos, los cuales viajaron por mi cuello, por mis pechos hasta llegar a mi abdomen. Levanto su mirada y con su mano hizo el mismo recorrido que con sus besos pero se detuvo en mis pechos, lo mire y me levante un poco y con dulzura, es que Liam hacia todo así, me trataba como si fuera una muñeca de porcelana, me quito el sosten, arrojandolo a algún lugar de la habitación y me acosto otra vez.
Me beso y agarro mis pechos, cerré los ojos sintiendo su tacto y solte un gemido bajo cuando senti su boca sobre mi seno izquierdo, y sin querer enterré las uñas en su espalda por el placer que sentía.
Liam jugaba con mi pechos mientras yo jugaba con el elástico de su boxer y lo saque suavemente. Seguido de eso, bajo sus manos y rápidamente se deshizo de mi tanga.
Se acomodo, nos volvimos a besar, mientras acariciaba su cuerpo y él el mio, pero la necesidad de sentirlo dentro de mí se volvían cada vez más grande, estaba realmente excitada.
Abrí los ojos y me encontre con su perfecta mirada, y como si hubiese leído mi mente,, se levanto, se puso un preservativo. Con las manos recorrió mi cuerpo delicadamente hasta las piernas, me toco, gemi por lo bajo y luego mordi mi labio. A los minutos se acercó nuevamente a mí y me dio un beso. Sonreí y vi como sus ojos brillaban al verme hacer tal gesto y sonrió con mucha felicidad.
Me beso, otra vez, una de sus manos sujeto la mia y con la otra se ayudo para poder entrar.

Ambos nos mirábamos, ya que e demasiado agitados como para poder hablar. Liam trajo las sábanas, nos acomodamos, nos tapamos y me puse a jugar con mi dedo índice sobre su torso.

- ¿Por qué lo hiciste? - lo mire a los ojos.

- Quería probar tus labios, sentirte y quererte solo para mí - sonrió dulcemente.
- ¿Quererme? - confundida.
- Sí, poder abrazarte, sentirte que eras y eres solo para mí - se ruborizo.
- Liam - sonreí.
- Vamos, a descansar - me acarició - Buenas noches Jace.
- Buenas noches Liam.
Nos abrazamos más fuerte, me acomode bien sobre su pecho y me dormí.

Amor Prohibido |Liam Payne| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora